20 de octubre de 2007

El gran juego de la Vida


¿A qué juegas tú en la vida?

Algunos juegan al póker, y se guardan ases en la manga. Otros disfrutan con la oca; van de puente a puente sin que les lleve la corriente. Los ajedrecistas luchan por llegar a la octava casilla y promocionar. En el parchís, hay que comerse a los demás para contar veinte.

Cada uno participa con sus propias reglas al salir a la calle. Poco a poco, norma a norma y tirada a tirada, los seres humanos vamos formando un juego. Es el gran juego de la Vida, en el que nadie gana ni pierde del todo, aunque algunos salen de él más victoriosos que otros.

Así termina esta sección de veinticinco juegos. El gran juego de la Muerte, con el que comenzó la serie, era el juego de las cosas inanimadas, el juego en el que las decisiones no influyen nunca en el resultado final. El gran juego de la Vida es todo su opuesto: un experimento gigante en el que cada uno de tus movimientos repercute en el presente y el futuro. Es un juego que abarca a todos los demás, es el juego último de una fila de muchos. Un juego con canción propia que suena a todas horas.


8 firmas. Añade tú la tuya:

Anónimo dijo...

Ya lo he dicho alguna vez, pero lo repite: Mola mucho ganar, u obtener un buen puesto, sin hacer trampas. Pa cuándo una partida?

Anónimo dijo...

Como ajedrecista aficionado te diré nuestros objetivos:

1) No perder. Si no puedes ganar, intentar al menos hacer tablas.

2) Aprovechar los errores del adversario. Esto es la guerra, la piedad fuera del tablero.

3) Si no comete errores, intentar engañarlo, para que haga lo que tú quieres, si puedes.

4) Mejorar el nivel empollando y preparando variantes. La improvisación es la muerte.

Y la que más me gusta: "En el ajedrez lo importante no es participar, si no ganar" Es el único deporte donde los que lo practicamos sabemos que sólo vale ganar (o no perder). Recomiendo una peli: En busca de Bobby Fischer, para que veas lo que es el ajedrez.

Promocionar suele suceder una de cada veinte partidas, como mucho. Hasta los más novatillos conocen estrategias para evitar que corones.

Echaré de menos estos Sábados ^^

PD: A ver si algún día me envías un correo hablando del CTO, aunq probablemente acabe en AMIR con mis amigos.

Chao!

Nono dijo...

Una vez, hace algunos años, vivía en un piso compartido, y durante tres años, me soprendí al comprobar que en toda la casa no había ni un solo juego de mesa; fué el momento en que comprendí que algo fallaba en mi vida.

Anónimo dijo...

Joer, me has dejado sin palabras. Y mira que en mi es dificil. Has definido perfectemente la sociedad actual a partir de unos cuantos juegos de mesa. Espera.. por tu culpa tengo que jugar a otro juego.. ejem..

Con la B: Ágape, comida de fiesta... BANQUETE!!! (invitado estas)
Con la C: Acción de festejar un triunfo. CELEBRACIÓN!!!
Con la D: Nota que te mereces y no es dos. DIEZ!!!
Con la E: Lo que te deseo...eerr..EMILIO?? (XD)
Con la F: También te lo deseo, pero en tu cumpleaños... FELICIDAD/ES!!
Con la G: El segundo examen te salió así. GENIAL!!
Con la H: Cómo te hacía sentir esa asignatura. uff.. Demasiadas palabras para meterlas todas aqui.
Con la I: Título que tienes ahora...INGENIEROOOOOOOO!!!!!!!

Mil besos Emilio, me has alegrado el dia ^__^

Anónimo dijo...

Eso de que cualquiera de tus movimientos va a repercutir en el futuro, asusta un poco, ¿no?

Yo todavía no se a que juego estoy jugando... creo que los mezclo todos y confundo las reglas, pero al menos es divertido!

:)

Fer dijo...

Me encanta la fotografía, :).
Y no sé qué más decir del juego de la Vida... pues lo que has dicho es juso lo que pienso.

A pasar buen fin de semana, ;).

Anónimo dijo...

Como hace tiempo que no te veo y no te puedo dejar nada en ningún otro sitio, pues aprovecho y te saludo por aquí. Es una pena que estés tan liado y te dejes ver poco. Se te echa de menos.
Lots of kisses.

Salva dijo...

Nos ha tocado jugar este juego. Las reglas no las ponemos nosotros. Y son injustas. Tenemos dos opciones. La primera, abandonar (incluso una vez empezada la partida). La segunda, aceptar el desafío y confiar en que nuestra ficha permanecerá hasta el final sobre el tablero y, por qué no, sea la primera en alcanzar la última casilla. Y ganemos. Al final nos encomendamos a la suerte y la incertidumbre. Cerramos los ojos, cruzamos los dedos, recitamos nuestra oración y tiramos los dados.