28 de mayo de 2008

Doctora Álvarez


Mi primer director de teatro decía que una buena actriz es la que es capaz de cautivar tanto en los papeles de guapa como en los de fea, opinión que yo comparto completamente.

Hoy, como no, corresponde un merecido homenaje a Rocío, que tras superar su último examen de Medicina Legal, se convierte en la doctora Álvarez. ¡Felicidades!

Foto: Rocío representando un papel de fea. Como guapa, tampoco tiene desperdicio, aunque no hace falta que ensalce todas sus cosas buenas, porque ella ya sabe que las pienso.

22 de mayo de 2008

Teatro espontáneo


Los que estamos en la foto somos los participantes del curso intensivo de teatro espontáneo de la escuela Dos Lunas organizado el pasado fin de semana.

Seguramente os preguntaréis qué es el teatro espontáneo, porque yo no tenía ni idea de lo que era hasta que llegué allí. El teatro espontáneo consiste en improvisaciones basadas en historias que cuentan voluntarios del público.

Así, en un espectáculo de este tipo de teatro, un espectador narrará una historia cualquiera que le haya sucedido (una pelea en una comunión, un mareo donando sangre, un extraño reencuentro con alguna expareja) y tendrá la oportunidad de verlo representado por los actores en escasos segundos.

He aprendido dos cosas que debo mejorar sobre un escenario. La primera de ellas es empatizar con el público; es muy importante que los espectadores se crean lo que está sucediendo en la obra y esto se consigue actuando de la forma que ellos prevean: hay qué saber qué esperan de ti y has de ofrecérselo de forma seductora.

La segunda es el respeto que hay que tener con los compañeros que actúen contigo, reconociendo sus señales para que cada escena pueda ser guiada por todos los que están arriba y que no se convierta en un caos en el que cada uno decide ir por un sitio determinado.

20 de mayo de 2008

Mi propia epístaxis


Si bien mientras estudias el MIR se alternan pensamientos de tipo "no sé nada" y "lo sé todo", durante los primeros días de residencia la sensación de no tener ni idea te acompaña durante todo el tiempo.

Es una sensación bastante desagradable, sobre todo porque inconscientemente vas contando las horas que quedan hasta que llegue tu primera guardia de especialidad, que será dentro de una decena de días y en la que estaré solo ante el peligro.

Ayer lunes, mi primer día, tuve mi primera guardia tutelada. La pasé con la actual residente de cuarto año, a la que le estoy muy agradecido y que pese a estar cansada y a ser su última guardia como MIR, tuvo la paciencia y la amabilidad de enseñarme todo lo que pudo con mucho cariño.

Todo fue muy bien, con momentos agradables y otros un poco tensos. Hasta que en la puerta de Urgencias, de forma completamente inexplicable, me empezó a sangrar la nariz. El nuevo residente de otorrino necesitó que le curara otro otorrino.

(más anécdotas en persona)

14 de mayo de 2008

Lo inconcluso


Como poseo bastantes rasgos narcisistas, lo que más me gusta de leer entrevistas en los periódicos es imaginar qué respondería yo si me hicieran esa misma pregunta.

Ayer leí una entrevista hecha a Julio Anguita. Le preguntaban qué era lo que más miedo le daba en la vida. Él respondió; yo no supe qué contestar acerca de mí.

Hasta que esta noche, me he dado cuenta. Lo que más miedo me produce es no estar a la altura, no dar la talla, quedarme a la mitad del camino. En cualquier aspecto. Con cualquier persona.

Lo malo es que con todo el mundo me quedo siempre a la mitad.

Foto: La mitad de la Giralda.

11 de mayo de 2008

Tortícolis


Querido doctor Emilio:

El motivo de esta carta es que no seguí para nada el tratamiento que usted me prescribió; es más, lo hice todo al revés.

Nunca fui a la farmacia a comprar el relajante muscular que usted me recomendó. Pensé que sin ningún tipo de pastilla ese dolor de cuello se pasaría tarde o temprano, así que seguí maltratando mi cuello sentado ante la pantalla del ordenador y forzando posiciones de brazos con el mando de la Wii. Conduje un par de horas por carreteras llenas de baches y sentí todo el relente de la noche caer sobre mi cuello desnudo durante una maravillosa fiesta de cumpleaños en la que estuve todo el tiempo de pie.

A las cuatro de la mañana, no podía más, doctor. El dolor se hizo insoportable en la cama, irradiándoseme a ambos brazos y acompañándose de náuseas intensas. Lo que he pasado esta noche se queda para mí.

Dígame que soy mal paciente, doctor, dígamelo, que me lo merezco. Que tener hoy el cuello como una alcayata es mi justo castigo por no seguir sus indicaciones.

Reciba un cordial saludo de su paciente,

Emilienko.

PD: Por cierto, que he estado pensando que el relajante muscular no me lo voy a tomar, ¿sabe usted? Porque yo soy un hombre muy hombre y a mí las cosas o se me pasan por las bravas o no se me pasan.

8 de mayo de 2008

Transición


Uno de los peores momentos de la transición a la vida adulta es el día en el que descubres que el Cola Cao con leche desnatada no está ni la mitad de bueno.

6 de mayo de 2008

Otitis media aguda a la sevillana

-¿Ha tenido usted alguna vez alguna enfermedad de oídos?
-¿Cómo dice?
-Enfermedades del oído. ¿Ha tenido usted?
-¿Yo? No... bueno, una vez me pasó una cosa mu rara, mu rara.
-¿Qué le ocurrió?
-Pues a mí me estaba doliendo mucho el oído desde hacía unos días y entonces escuché como un explotío dentro de la cabeza; pero un explotío fuerte fuerte.
-Aha.
-Y entonces me empezaron a salir cosas de los oídos que aquello no era normal. Usté no se imagina lo que a mí me salía de los oídos; ¿a que no se lo imagina usté?
-Pues no sé... ¿qué le salía de los oídos?
-¡Forraje! ¡De los oídos me salía forraje! Usté tenía que ver cómo dejaba yo mi casa de forraje, vamos el dormitorio era pa' verlo.

4 de mayo de 2008

Escatología


Hace diez años, Alejandro me preguntó si alguna vez me había imaginado a la Reina haciendo fuerza en el cuarto de baño.

Y yo, en lugar de imaginarme a Doña Sofía, pensé que lo que en realidad había querido decirme era que debajo del hábito todos somos iguales.

2 de mayo de 2008

En qué pienso por la calle


-Hazlo.
-Es mucho dinero.
-Hazlo. Cómpratelo.
-Tengo que ahorrar.
-Has estado trabajando desde que acabaste el MIR; no has tenido ningún regalo contigo mismo; ¡ni siquiera te has ido de vacaciones!
-Voy a tener muchos gastos en otoño, no debería despilfarrar mi dinero así.
-Necesitas un ordenador nuevo; tu portátil no vivirá mucho tiempo más.
-Déjame.
-Tú sabrás... tanto que te quejas del cambio climático y el portátil que tienes ahora se calienta tanto que seguro que el calor que genera ha fundido varias toneladas de hielo del Ártico.
-No estoy seguro de querer cambiarme a Mac.
-Sí estás seguro.
-No estoy seguro de confiar en una marca cuyo presidente acude a ruedas de prensa en vaqueros. Y no hay más que pensar.

Volví a casa con las manos vacías. Así supe, solo ante aquel escaparate de la tienda Mac, que me había condenado a ser un tacaño conmigo mismo para siempre.