28 de marzo de 2010

Viviendo con guiris


REGLAS (SELECCIÓN)

Bienvenido a Sevilla. Como tu anfitrión, espero que hayas tenido un buen viaje y que tu primer contacto con la ciudad haya sido positivo y agradable. A continuación, te comento algunos aspectos que te ayudarán a vivir en esta casa.

Nada más llegar, se te proporcionará un llavero. Debes devolver este llavero el día de tu partida. Has de tener mucho cuidado con las llaves porque,si éstas se te pierden, tendrás que pagar una nueva cerradura.

Los enchufes de teléfono sólo están habilitados para un router de internet. No funcionan para teléfonos. Sin embargo, si traes tu ordenador portátil, puedes usar la red wifi de la casa de forma gratuita.

No están permitidas las visitas sin avisar; si quieres traer visitas a casa, debes de hablarlo conmigo primero. En cualquier caso, no están permitidas las visitas de más de tres personas ni las fiestas.

Si te enamoras, seré feliz por vosotros dos. Sin embargo, bajo ninguna circunstancia está permitido compartir el dormitorio o la cama.

En ocasiones puedes notar que no hay agua caliente a pesar de estar el grifo abierto. Si esto ocurre, corta el agua, espera un par de minutos y enciende el agua caliente a toda potencia. En poco tiempo, el agua se calentará.

Para prevenir malos olores, el cuarto de baño hay que limpiarlo dos veces por semana: los viernes y los lunes. Si te duchas con agua caliente, debes encender el extractor. Del mismo modo, si utilizas el hornillo para cocinar, recuerda encender la campana extractora.

Tus platos y vasos sucios tienes que lavarlos inmediatamente después de comer, no pueden quedarse sucios en el fregadero. Recuerda recogerlos cuando estén secos y colocarlos en su sitio.

Si has estudiado música, puedes tocar el piano, pero no jugar con él. Por la salud mental de los vecinos, el piano sólo se debe tocar de 12:00 a 14:30 y de 18:00 a 20:30.

Recuerda que te encuentras en una ciudad nueva, llena de sitios estupendos que descubrir. ¡No pases mucho tiempo en casa! Sal, explora y dime lo que has encontrado. Estaré encantado de escucharte.

Foto: Mi rincón preferido del salón, antes de ser destrozado por los inquilinos.

24 de marzo de 2010

Sacrificios de la dieta sana


Estuve a punto de caer en la tentación cuando vi cómo el mantenedor del supermercado colocaba en la nevera unas tartas de queso recién hechas, detrás de los donuts de chocolate. Me alejé de allí deprisa con mis yogures blancos, mi bolsa de pan integral, mi lechuga y mis dos cajas de leche desnatada.

Cuando yo no hacía la compra, era todo más fácil, porque yo no tenía la responsabilidad de seguir una dieta sana. Pero ahora tengo que preocuparme de comer frutas y verduras todos los días y de no abusar de los azúcares refinados.

-¿Me puedo tomar un donut para merendar? -preguntaba antes, cuando quería hacer trampas.
-Claro, hijo, no seas tonto, tómatelo si te apetece -me respondían, y entonces me comía tres o cuatro.

En la cola del Mercadona, me pregunté con cuánta frecuencia me podría permitir este vicio de los dulces a partir de ahora.

Foto: Extraño escaparate de una tienda de ropa durante las rebajas.

19 de marzo de 2010

La SGAE en los quirófanos


Los que no trabajan en un hospital se sorprenden mucho cuando se enteran de que a algunos cirujanos les gusta escuchar música en los quirófanos mientras operan. No es ninguna tontería. A mí, personalmente, me anima mucho cuando, después de algunas horas de intervención, alguien enciende el CD y suena el suave ritmo de Aretha Franklin en "I say a little prayer".

Pero Aretha ya no cantará en mi quirófano nunca más. Si la SGAE ya ha atacado en guateques de bodas, en peluquerías de caballeros y en clases de aerobic de humildes gimnasios, los hospitales no tardaremos en caer.

Yo paso. Me he preparado un par de discos con música libre de canon para escuchar en los momentos tensos, para que la SGAE no pueda decirme nada.

Por supuesto, todo esto me parece ridículo. Sin embargo, creo que los primeros que tendrían que protestar en esto deberían ser los propios artistas a los que la SGAE representa porque, con tanto canon y tanta multa, al final no les va a escuchar ni su padre.

EXTRA: Tras la aprobación de la Ley de Economía Sostenible, apoyo públicamente el MANIFIESTO EN DEFENSA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES EN INTERNET.

16 de marzo de 2010

Twitter en la comunicación médico paciente


-Pero eso sería terrible -me dijo un infectólogo al que le comenté mi proyecto llamado eORL. Imagina que yo les diera mi móvil, mi correo o mi página personal a todos mis pacientes. ¡Estaría todo el día acosado! Yo trato a algunos VIH que son jóvenes, con acceso a nuevas tecnologías y que dedican parte de su tiempo a buscar por Internet alternativas para saber si lo que estoy haciendo con ellos es lo mejor. Si les diera mi correo electrónico, ¡tendría mi bandeja de entrada siempre llena de correos de estos pacientes demandando información!

Pero lo que este infectólogo no sabía es que los pacientes ya nos buscan en Internet. Quieren saber quién es su médico. ¿Alguna vez has buscado tu nombre en Google? Hazlo y sabrás lo que tus pacientes van a saber de ti cuando ellos te busquen. Por cierto, quita tus fotos más comprometidas de Facebook o de Tuenti. Un paciente encontró la página de uno de mis compañeros y, después de ver las fotos de sus vacaciones, le envió un mensaje para agradecerle lo buen médico que era.

Sí, hoy en día los pacientes electrónicos no están sólo en Estados Unidos; han llegado a España y están entre los que acuden a nuestra consulta de todos los días. Y más o menos conscientemente, reclaman cada vez más una atención por la red.

-Pues yo les doy mi teléfono móvil y mi correo a mis enfermos de la privada y no me suelen solicitar mucho -me comentó otro médico de mi hospital. Creo que les tranquiliza y les pone mejor saber que estoy ahí por si algo va mal.

Seguramente los dos médicos tengan razón; entonces, ¿a quién escuchar? Por un lado, sería muy positivo que mis pacientes pudieran comunicarse conmigo en cualquier momento; por el otro, yo también necesito un tiempo personal de descanso.

Mientras me planteaba esto, encontré una solución intermedia delante de mis narices: Twitter, que permite una comunicación entre personas instantánea, gratuíta y forzosamente breve. Así que diseñé un proyecto para seguir on-line a mis pacientes. La idea me entusiasmaba tanto que lo fui comentando con algunos compañeros hasta que uno me dijo:

-¿Y por qué no dedicas mejor tu tiempo a estudiarte la especialidad?

Ya no comento lo de eORL; ahora lo llevo en secreto.

13 de marzo de 2010

Anamnesis popular de la presbiacusia


Comunicarse con un paciente que ha sufrido una pérdida de audición es, en ocasiones, muy difícil.

-Buenos días, ¿qué le ocurre?
-Tiene que hablarle más alto al abuelo; que si no, no se entera -interviene el familiar.
-¿QUÉ LE OCURRE?
-¿Quéeee? -dice por fin el paciente.
-QUE QUÉ LE OCURRE.
-Que no oigo "ná de ná".

Es muy difícil hacer una anamnesis correcta con un enfermo así; por eso, hay que hacer preguntas sencillas y fáciles de entender.

-¿Y OYE USTED MEJOR CUANDO HAY POCO RUIDO?
-¿Cómo?
-CUANDO HAY POCO RUIDO, ¿ESCUCHA USTED MEJOR?
-¿Que dice del ruido?
-¡CUANDO HAY MUCHO RUIDO! ¿OYE PEOR?
-¿Qué de mucho ruido?

Los diálogos son de estas características y acaban enterándose de lo que pregunto los de Reumatología, que están en el pasillo contrario. Pero, hace unas semanas, se me ocurrió un método para evitar esta difícil pregunta.

-EL TELEDIARIO. ¿ENTIENDE USTED BIEN EL TELEDIARIO?
-Sí que lo entiendo bien, sí, que la señorita del Telediario habla muy bien.
-¿Y EL "SÁLVAME"? ¿ENTIENDE USTED BIEN EL "SÁLVAME"?
-Ahí sí que no; que se ponen todos a gritar y no me entero aunque lo ponga muy alto.
-Bingo -pensé.

Foto: Jorge Javier Vázquez pide ser salvado junto a su pandilla en "La balsa de la Medusa" de Géricault.

10 de marzo de 2010

Las juntas de las losetas


-¿Te gusta cómo te he dejado la casa, Emilienko? -me preguntó el constructor.
-Sí, está bastante bien, pero estoy un poco preocupado por cómo han quedado algunas cosas.
-¿Como cuáles?
-Por ejemplo, las manchas negras que quedan entre algunas losetas del suelo. Después de haberlas fregado muchas veces, no consigo que se vayan.
-No son manchas negras, Emilienko.
-¿No?
-No. El negro es el color verdadero de la lechada de las losetas. Lo que tienes que intentar quitar son las manchas blancas, que son restos de escayola.

Pero al menos por fin lo conseguí. Por fin conseguí echar a los albañiles de casa.

Fin de la serie LARGA MUDANZA

4 de marzo de 2010

¿Y si de mayor fuera otorrinolaringólogo? Guía para preMIRes


Acabas de examinarte del MIR y de recibir tu número y te das cuenta de que con la puntuación que has obtenido no puedes ser cirujano plástico del Vall d'Hebron ni cardiólogo de La Paz. Bien, no pasa nada, no te preocupes: la mayoría de los residentes que conozco a los que no les llegó la nota para elegir lo que querían son ahora muy felices con una especialidad que no se habían planteado en un primer momento. Llega la hora de plantearse algunas especialidades que los opositores escogen en segunda línea y entre ellas está la mía, la Otorrinolaringología.

La ORL es una especialidad preciosa (que otra cosa podría decir yo), pero no encaja con la personalidad de todos los médicos. Por ejemplo, si eres una persona escrupulosa y obsesionada por la limpieza, ésta no es para nada tu especialidad. Si aguantas mal la sangre a partir de cierta hora de la madrugada quizás debas plantearte también otra opción. Si crees que los grandes acúmulos de cerumen, moco y pus dentro de la cabeza son cosa del siglo XIX, te recomiendo que te elijas algo diferente. Si crees que los acúfenos y la faringitis crónica son manifestaciones de la distimia, la fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica, tal vez te falte un poco de sensibilidad. Si no puedes aguantar el estrés de ver a ese tranquilo adjunto de Urgencias gritándote "!Ábrele el cuello al paciente ya! ¡Ábrele el cuello al paciente que se te asfixia!" mientras tu sostienes un bisturí afilado en tu temblorosa mano, mejor hazte anatomopatólogo.

Sin embargo, mi especialidad está llena de cosas buenas. Por ejemplo, es muy resolutiva; se curan muchas de las cosas que se consultan. Incluso se puede considerar una ventaja que muy pocos de nuestros pacientes se mueren de algo nuestro. Es una especialidad bastante quirúrgica y la cirugía abarca desde la simplicidad de quitar unas vegetaciones hasta las complejas laringuectomías, pasando por el infierno tridimensional del peñasco del temporal. Si no te gusta la cirugía, el mundo de los vértigos es lo suficientemente amplio como para que (paradójicamente) produzca cierto vértigo. Y para acabar, recuerda que es una especialidad muy variada: puedes tener en tu consulta desde un bebé de meses hasta un abuelito en silla de ruedas.

Mi más calurosa bienvenida a los que este año al final decidáis meteros en este mundo.

Foto: Espejo frontal, instrumento que se ajusta en la frente para alumbrar la región del paciente que se está explorando y que le da a la especialidad cierto toque añejo.

1 de marzo de 2010

Tercer cumpleaños


Hay una famosa frase en este mundo de las bitácoras; una frase que seguramente todos hemos leído alguna vez por ahí y ésta es "un blog se alimenta de comentarios". Bien, pues entre todos vosotros, que leéis y comentáis, habéis alimentado este blog lo suficiente como para que crezca durante tres años. Muchas gracias, de corazón.

Gracias a mis amigos blogueros, comentadores incansables en todas las ocasiones: Ter0n y Cherry.

Gracias a mis amigos de toda la vida, que se han tenido que acabar enterando de lo que me ocurre mediante esta página web: Lulu, Beíca y Elenita.

Gracias a mis compañeros de carrera, que contribuyeron a transformar un lugar horrible como es la facultad de Medicina en un sitio un poco mejor: Fer, Puchupo, Oidun, Danipleguezuelo, Ruth, Elessarjuan, Rocioalma, eltiodelsaco y Menelwen.

Gracias a mis compañeros de hospital, que no se ríen de mí a pesar de este extraño hobbie: Rafa, Teresa y al Dr. Ordoñez.

Gracias a mis amigos alamederos, que me ayudaron a integrarme en las redes sociales: Jorge, Guille, José Luis, Simón y muchos otros; y especialmente a Nono, que me abrió las puertas del Evento Blog.

Gracias a los blogueros sanitarios, por ayudarme a creer en la fuerza de nuestro colectivo: Vicente Baos, la doctora Jomeini, los chicos de Synaptica, Aitor Guitarte, Javithink, Ramón y todos los demás hasta sumar los 250 blogs médicos se que han recopilado hace unos días en Somosmedicina.

Gracias a otros médicos residentes de España con blog, por demostrarme que no estoy solo, como Bellatrix y Bego. Gracias a los blogueros premédicos, a Anna, a Blackzack, y a Ulukai.

Gracias a los que aún creen que la blogosfera puede servir para transmitir arte y no sólo ciencia y dinero: Angelurri, Beltrán Laguna, Salva y Soñadora Compulsiva.

Gracias también a los que me leéis y no me firmáis, que no os conozco, pero que sé que estáis por ahí.

Gracias a mi madre. Y perdón a todos los que me he olvidado en el camino.

Concretamente este año, quiero darle las gracias a alguien muy especial. No sé si es un hombre o una mujer; no sé si es joven o si es mayor, no sé si es sanitario o se dedica a cualquier otra cosa; pero el caso es que el pasado 9 de diciembre me dejó un comentario muy hiriente en una entrada; un comentario que me ha sido el que más me ha hecho reflexionar desde que comencé a contar mi vida por internet.

Yo escribía acerca de los motivos banales de consulta de urgencias, ridiculizándolos en broma. Este lector se sintió decepcionado por la poca empatía que había demostrado en el post hacia mis pacientes. El comentario se puede leer aquí.

Desde que leí el comentario, me di cuenta de que al escribir lo que pienso para que lo leyera quien quisiese, me exponía a ser juzgado por cualquiera. Y me di cuenta de que, lejos de que esto supusiese un inconveniente, el blog me permitiría aprender de las cosas malas de mi mismo y de ser menos ciego acerca de mi propia vida.

Foto: Hace ya muchos años, yo también cumplía tres y me manchaba mi camiseta de Venecia con tarta de chocolate. Ese día también me llamaron la atención.