Un rock'n'roll para la antigua Yugoslavia (5/10)
Siempre he tenido la certeza de que a Bojan, mi amigo de Macedonia, le gustaría vivir en la Unión Europea. Creo que nunca fue partidario de una separación de Yugoslavia; asegura que la solución de los problemas no es ni crear fronteras ni huir de ellas.
-Mis padres me mandaron a vivir a Australia cuando tenía doce años -dijo. Estuve algún tiempo viviendo allí como emigrante, ayudando en la cocina del restaurante de un familiar. Hasta que un día me di cuenta de que había sido un cobarde y decidí volver.
La foto está tomada desde el fuerte de Skopje, la capital de Macedonia, y en ella se aprecia la realidad de esta ciudad parcheada, en la que los arrabales (hay uno para cada etnia) se intercalan entre las escasas zonas de negocios.
-Ahora mi nuevo y diminuto país ha sufrido dos guerras civiles, estoy embargado dentro de él y no puedo abandonarlo -continuó. Pero mientras me quedo aquí, confío en que sea mi generación la que entierre los odios que hoy todavía hay entre bosnios, serbios, albaneses, macedonios, grecomacedonios y kosovares.
15 de agosto de 2007
Skopje
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pues si, asi la han dejado, han arreglado la pred y han pintado, limpiado las mesas y puesto algunas sillas mas (pocas) pero en esencia sigue siendo la misma
La fotografía me recuerda a los arreglos que hacen en el asfalto aquí. Tapan un poco los agujeros, dejándolos mas altos que el resto, haciendo que se desgasten mas, y volviendo a crear un agujero pero mucho mas grande. Supongo que es lo que pasa, cuando arreglas las cosas con parches, en lugar de ir a la fuente del problema.
Un abrazo, Emilio!
Al ver las imágenes con la forma de instantánea fotográfica con las letras por debajo, quiero recordar que no es la primera vez que paso por aquí, aunque si la primera que dejo algo.
Y es que hace menos de quince días que yo tomé esa misma fotografía en Skopje. Exactamente la misma. He ido a recorrer los Balcanes para intentar entender un poco como queda marcada la sociedad y su gente desde la disgregación de Yugoslavia, y mientras más personas me contaban cosas, más leo y más me siguen contando, no hago más que darme cuenta de lo absurdo que es todo.
Antes pensaba que complejo, ahora a veces también. Otras tantas no deja de parecerme absurdo. Absurdo que por el interés de unos pocos se siga generando tanto odio infundado. Muy a mi pesar, creo que la situación no cambiará. Es algo similar a los nacionalismos en España, y así además me lo comparaba un historiador profesor de universidad en Sarajevo. Es un problema de herencia, te enseñan a odiar a un determinado grupo por motivos que a ti ni te van ni te vienen desde que naces, en la familia, escuela, religión, calle...
En fin, no me enrollo más, que no se muy bién ni que escribo ya. Me alegra ver que hay alguien más que tiene las mismas inquietudes que yo!
Un placer pasar por aquí! Que vaya bonito!
Es una pena que el hombre no aprenda de la historia y siga cometiendo los mismos errores a través de ella.