Gorrillas

El acta de acuerdos se aprobó ayer a las cuatro y media de la mañana en el suelo del puerto de Barcelona, con los delegados que habían llegado hasta allí vestidos de chaqueta. No hubo visita a la ciudad, ni fiesta nocturna ni nada por el estilo, así que los que pensaron en que me iba de viaje de placer se equivocaron. Yo, por mi parte, ya sabía que no iba de viaje de placer.

Es tan fácil llegar al aeropuerto de El Prat que es difícil comprender por qué se tarda más de Sevilla al aeropuerto de San Pablo que de San Pablo a Barcelona. El servicio Especial Aeropuerto de Sevilla es terrible.

Llego a mi barrio y descubro una invasión de gorrillas. Al parecer hoy habrá partido. Estoy viviendo ahora mismo una especie de estado crepuscular en el cual no tengo muy claro qué hora es ni soy capaz de recordar mucho mi viaje de la semana. Llevo cinco días sin dormir más de cinco horas... ¿os opero?