Garlochí

Hoy tengo demasiadas cosas que contar porque la noche de ayer fue "intensa".

Todo empezó en el cumpleaños de una amiga en un restaurante de Nervión. En medio de la cena me levanto un momento y descubro que en la mesa de al lado hay sentado un chaval cuya cara me suena del Fotolog. ¡Qué casualidad! -pensé.

Más tarde, después de los Oficios, fui a recoger a Pol para ir a tomar algo. Fuimos a la Alameda. Era tarde y él quería comer algo, así que nos dirigimos a tomar la segunda cena a La Gallega. Mientras llegaba, me crucé con otras dos caras conocidas del Fotolog.

Una vez cenados, pensamos en algún sitio para entrar. Descubrimos un bar nuevo alucinantemente pijo llamado República :S y que yo no me creí que pudiera estar en un sitio como la Alameda. Por supuesto no entramos. Tampoco tenía ganas de ir al Hércules Mítico ni a ningún otro sitio por el estilo, así que acabamos en un sitio al que no había ido nunca; el pub de la foto, el Garlochí.

Está en la calle Boteros. Tiene una Virgen a tamaño natural en la entrada y toda la decoración es tan barroca como la de la foto. El detalle más kitsch es un retrato al óleo de Cayetana Martínez de Irujo con mantilla, pero la mantilla es de encajes reales pegados al lienzo del retrato. De fondo sonaban pregones de Semana Santa y poesía cofrade con marchas de fondo.

Tras un par de copas en ese sitio, me sentía lo suficientemente motivado como para ir a ver la salida del "Resucitao". Y conforme voy yendo me encuentro a otra cara conocida del Fotolog (la cuarta).

Conclusiones de hoy:
1. La Alameda ha dejado definitivamente de ser un núcleo de antiglobalización (el proceso ha tardado unos cuatro años) para dejar ese puesto a los bares cofrades (es de los pocos sitios en los que esta ciudad sigue siendo inimitable).
2. Tengo que pasar menos horas en el Fotolog.