19 de noviembre de 2007

Nueva comunicación


Teoría de sifones: cuarto antipostulado

-Hola, soy yo. ¿Vas a salir esta noche? (...) ¿Por dónde vas a estar? (...) Bueno, vale, yo estoy en casa, no sé si voy a salir, luego si acaso a eso te llamo.

-Hola, soy yo otra vez, que al final sí he salido. ¿Tú has salido al final?
(...) ¿Y dónde estás ahora? (...) De acuerdo, pues voy para allá.

-Hola, que soy yo.
(...) Mira que no consigo aparcar, que voy a tardar un poco más. (...) Vale, vais a seguir ahí, ¿no? (...) Venga, te dejo que estoy en un semáforo.

-Hola, soy yo, que estoy en la puerta.
(...) Ah, ¿qué estáis dentro? (...) Pues no, no había entrado, es que creía que íbais a estar en la puerta. (...) No, salid vosotros, ¿no? (...) Bueno, pues entro yo.

La llegada de la telefonía móvil, uno de los grandes inventos de la última década, supuso una revolución social considerable, porque con pulsar pocos botones podías localizar a cualquiera de tus contactos en pocos segundos. Sin embargo, no fueron pocos los que demonizaron este invento, profetizando que nos íbamos a volver imbéciles con estos aparatitos.

Yo no sé si me he vuelto imbécil o lo fui desde el principio; el caso es que no me acuerdo de lo que yo hacía antes de que hubiera móviles para quedar con mis amigos.

10 firmas. Añade tú la tuya:

qelena dijo...

Pues yo creo que lo que hacíamos antes era quedar en un sitio a una hora, y esperar. Y ser más puntuales. Ahora con esto de los móviles, nos permitimos hacer esperar a los demás. Total, los llamamos para avisarles...

Yo aquí en Alemania apenas uso el móvil, sólo para hablar con mi familia.Y qué bien que vivo, oye.

Anónimo dijo...

Yo me acuerdo: era terrible. Siempre acababas esperando a alquien que no llegaba o llegabas y nadie te estaba esperando, y tú no sabías si se habían ido o nunca llegaron.
Pero la telefonía móvil tiene otras ventajas. Si tengo que eligir una: Las pargueladas las puedes escribir en mensajes, que da mucha menos vergüenza que decirlas a viva voz.
Algunos dicen que da cáncer, pero ¿y qué no lo da en este siglo?

¿Qué quieres que te lleve de souvenir?
*

Simón Arrebola dijo...

Yo tampoco lo recuerdo. Tuve un momento álgido con los envíos de sms y haciendo llamadas perdidas pero ya no tanto. Por cierto, me ha gustado mucho tu actualización del sábado. La leí ayer. Espero escribirte un email al respecto. Por aquí me da un poco de vergüenza hablar de cosas íntimas. Me sentí muy identificado.
Tal vez no entendí bien la broma entre ustedes el sábado de ahí que me pusiera un tanto violento con vuestros partido de ping pong.
Ayer vimos El Marido de la Peluquera. Compositor Michael Nyman. Te la recomiendo.

Simón Arrebola dijo...

Cuando me meta un ciclo para hinchar los músculos haré el casting para Gaultier. Jejeje! esto montajes son los últimos coletazos. Pronto nueva serie obsesiva como diría poolboy.
Gracias por tu información del sábado.

Anónimo dijo...

En esa época no tenías edad de salir.

(Te estás volviendo un pendón)

Anónimo dijo...

PO llamrles a su casa ;)

Yo me he vuelto bastante imbecil, pero para segun q cosas m han salvado la vida jajaj ;)


Por ciertu, muchas gracias por venir a cenar el Sábado!! ^^ (aunq t empeñaras en emparejarme con Ale...) ¬¬

1bs!

Salva dijo...

L peor d ls mbles s q aora muxa gnt scrib asi y n s ls kae la kra d vrguenz.

Saludos.

Fer dijo...

Ese teclado tiene toda de la pinta de ser de un Nokia, hm (la foto está chula).
-
Antes de la revolución del teléfono móvil... podíamos vivir perfectamente sin necesidad de conectarnos a Internet en cualquier lado y hacer cientos de fotografías en una misma tarde. Tal vez nos hemos esclavido a nosotros mismos.

Nos vemos!

Abreaun dijo...

Puchupo quiere verteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

Anónimo dijo...

Me he quitado de moderadora del foro ;).
Ya te contare.
Besitos.