17 de noviembre de 2007

Ellos


He estado esperando a que sea sábado para hablar de esto, porque mi blog tiene tradicionalmente menos visitas en estos días. El problema de publicitar tus actualizaciones entre las amistades tiene el riesgo de que poco a poco pierdes el anonimato y de que por tanto tienes que prestar cierta precaución a la hora de tratar determinados temas personales. Como voy a hacer yo hoy.

Hoy quería contar, simplemente, que mi crucifijo lleva varios años en mi tablón. Reconozco que antes me lo ponía, pero ya no lo quiero hacer. Y la verdad es que me da mucha pena.

Me da pena porque yo acepto eso de amar al prójimo como a ti mismo, que es el mensaje principal de la Iglesia; sin embargo, no transijo con las barbaridades que esta institución comenta a través de sus autoridades. No voy a entrar en cuáles son éstas barbaridades; todos las conocemos de sobra. El caso es que conociendo las opiniones que ellos se encargan de hacer públicas a la prensa, no puedo llevar su símbolo colgado al cuello.

También me da pena porque tengo constancia de que muchos cristianos discrepan de lo que dice la Conferencia Episcopal teniendo una mentalidad más abierta; sin embargo, sus opiniones no son escuchadas. Me da pena que una institución que podría proporcionar consuelo espiritual a muchas personas que lo necesitan, se dedique a otros menesteres y que sea odiada, con más o menos motivos, por su labor en ellos.

A lo mejor os parece una tontería, pero comentar este tema me resulta muy íntimo y siento cierta vergüenza al hablar de él. Gracias por haberme leído.

11 firmas. Añade tú la tuya:

Anónimo dijo...

Se puede decir que yo hice algo equivalente hace bastantes años. Creo que a fin de cuentas es algo normal. A estas alturas de la vida las religiones se ven de otra forma.

Salva dijo...

La Iglesia es, sin duda, el más claro ejemplo de empresa (o institución, si lo prefieren) que no ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y a las demandas y valores de la mayoría de la sociedad actual. Por ejemplo, ¿qué empresa que quiera tener éxito hoy dia puede permitirse tener una estructura marcadamente machista?
Yo crecí en una familia cristiana no practicante (como la mayoría). Me bauticé, hice la comunión, e incluso me confirmé en la fe cristiana (como si a los 15 años uno pudiera confirmar nada). En el último periodo de catequesis, coincidiendo con una progresiva toma de conciencia de lo que me gustaba, de lo que era y de lo que quería ser, comencé un tranquilo pero profundo periodo de reflexión que ahora podría considerarse una crisis de fe. La resolución de la crisis llegó casi el mismo día en que me confirmaba en el altar. El caso es que me di cuenta de que no sólo no confiaba en las caducas estructuras y mecanismos de la Iglesia, sino que además -ya en otro nivel de cosas- podía retirarme conscientemente de la intención de dar respuesta al enigma que, por cuestiones que desconozco, escapan y escaparán siempre de las capacidades del cerebro humano: ¿Existe dios? Basar mi vida en una incógnita que se me escapa me era algo inconcebible, y lo descarté. Desde que dejé a un lado mi fe en dios, comencé a cultivar mi fe en las personas, sobre todo, y en las pequeñas cosas del día a día. Y creo que no me va mal. Eso sí, aún tengo pendiente ejercer la apostasía.
Un saludo, Emilio, pasadlo bien esta noche.

Salva dijo...

¡Dios! (y nunca mejor dicho) Disculpa la parrafada (juro que no era consciente de que había escrito tanto).

qelena dijo...

yo nunca he sido cristiana, no hice la comunión, era un bicho raro por ir a "ética" en vez de a "religión" y nunca he tenido crisis de fe, porque nunca he tenido fe (en Dios, se entiende).
Pero te aseguro que si mi vida hubiera sido como la tuya o como la de salva, mi crucifijo estaría ahora colgado en mi tablón.

Te entiendo al 100% (sin dato estadístico falaz, te entiendo del tó) :)

Daniel E. Pleguezuelo dijo...

Yo sí soy Cristiano y mi familia también lo es. Hice la Primera Comunión pero no me he confirmado (mi hermana, que es catequista, sí), pues entiendo que ese acto de confirmación debe celebrarse cada día, como reflejo de mi propia vida en Cristo, y porque pienso que nadie más que Dios puede conocer cómo te sientes cada día, más o menos Cristiano, como parte de un compromiso que libremente he elegido.

Desde hace unos meses mi Cruz no reposa más en mi "tablero" más que cuando estoy en casa. Una vez fuera, siento la necesidad de llevarla, no como una coraza ni como una protección sino todo lo contrario, para recordar mi Fé, actuar según ella y demostrar de mi religión su esencia, su valor magno, pese a cualquier adversidad que pueda existir en estos días, tanto las que surjan de su propio seno como las que vengan de otras confesiones o creencias.

sr. lópez dijo...

La iglesia sigue haciendo mucho bien.

Aunque los errores venden más

(Y ahora, ya me pueden crucificar)

Anónimo dijo...

Mmmmmm

No hay que confundir política con la obra que se realiza. El problema de la Iglesia Católica es... Que hay mucha gente.

Para que haya un cambio en la Iglesia, hay tanta gente que tiene que cambiar que... Es imposible que esté a la par de nuestros tiempos. Es demasiada la burocracia para que esos cambios se den en su momento. ¿Cómo es posible que no se pidiera perdón a Galileo por encerrarlo hasta 500 años más tarde? Pues, la respuesta es por esa gran cantidad de burocracia que existe. En el Vaticano los documentos secretos se estropean por la gran cantidad de dificultades para que se puedan archivar esos documentos... Y un largo etcétera.

Yo ahora te pregunto: ¿Qué pasa con Cáritas? ¿Qué pasa con los misioneros que llevan escuelas? ¿Qué pasa con esas legiones de sacerdotes, monjas, etc que hay por ahí intentando reparar el mundo?

Para mí, juzgar a la iglesia por lo que hacen los altos cargos... Es como comparar a todos los españoles con Zapatero (o con Aznar hace unos años), porque supuestamente los españoles los votamos y son nuestros representantes.

Es triste que estemos yendo hacia una sociedad con un punto de mira tan estrecho, pero es que los españoles somos así (no hemos cambiado nuestra forma de ser en 500 años). Un padre insultó a un catequista de la Iglesia de Capuchinos porque "No sentía la Pastora" [una advocación de la virgen]. Si ese es el tipo de religión que queremos... Pos vamos apañaos.

En fin, una pena que con lo amplio de miras que siempre te he considerado utilices ,para esta ocasión, una sentencia con tan pocos matices y tan en común con ese pensamiento único que nos imponen los políticos y los medios de comunicación.

Un saludo.

PD: Yo tengo varias cruces y si no suelo llevar ninguna es porque siempre termino cargándome el cordel :p

Salva dijo...

Estoy de acuerdo con chico y ter0n en que algunas personas vinculadas a la Iglesia hacen cosas maravillosas por los demás, y que eso parece pesar poco en la balanza del cuestionamiento público de esta institución. Pero bueno, actuar amando al prójimo se presupone en una institución cuyo eslogan fundamental es éste. Por eso se tiende a señalar los aspectos negativos o mejorables que tiene. De cualquier forma, se puede distinguir el bien del mal y amar al prójimo como a ti mismo sin rendir cuentas a ningún tipo de dios ni de institución religiosa. Doy "fe" de ello. Saludos.

Anónimo dijo...

O das las gracias todos los días o no las des nunca, que se sobreentiende. Y no sientas vergüenza, o no te apures por sentirla, que todos te entendemos.
Yo nunca tuve fe; fui a catequesis e hice la Comunión por inercia, y me obligaban a ir a misa los domingos hasta que ya no pudieron hacerlo. La religión cristiana siempre me ha parecido una farsa. Pero respeto a quien la siente de verdad.

Anónimo dijo...

Ay... Yo tamben podrIa escribir un libro, pero tambien seria demsiado intimo...
A veces me pregunto si solo sere una cobarde. Si es cierto que hay un verda absolut y soy yo la q la niega...

Te quiero
*

Fer dijo...

Ala, no hay actualización.
-
Hace no mucho me negué a realizar el sacramento de la Confirmación básicamente porque no comparto algunas de las ideas de la Iglesia tales como Dios, la Creación y las relacionadas. Lo cual no quita que esté en desacuerdo con las ideas de ayuda al prójimo y de bondad, algo que me parece estupendo. Comparado con esto, el aspecto dogmático de la Iglesia tampoco importa mucho.
Lo que no soporto es como la institución (que no la religión) dirige la creencia hacia intereses exclusivos sin querer darse cuenta de lo que hay alrededor.

Un abrazo.