18 de noviembre de 2007

Cuarto mundo


En el término cuarto mundo se incluyen todas esas personas que, viviendo en países del primer mundo, tienen condiciones de vida propias del tercero. Dentro de esta categoría están todos esos a los que habitualmente no miramos al andar por la calle: mendigos, inmigrantes en condiciones precarias, personas con ayudas estatales insuficientes, etnias que viven en la marginalidad, algunos de los que practican la prostitución, usuarios de drogas con gran dependencia, etcétera.

Uno de los subgrupos del cuarto mundo que más me llama la atención son los mendigos, porque hay algo que los diferencia de los demás. Ellos disfrutaron alguna vez una vida habitual: tuvieron familia, estudiaron (algunos son universitarios), conocieron países y ciudades.

Mi amigo Luis, a través de la ONG "Solidarios", ha trabajado con las personas que viven en la calle durante muchos años. Yo le pregunto en ocasiones acerca de sus experiencias en esta asociación. Él me cuenta los motivos que llevan a los indigentes a no vivir en sus casas y la conexión entre su estilo de vida y la enfermedad mental; las verdades y los mitos acerca de ellos.

6 firmas. Añade tú la tuya:

Fer dijo...

Fue hace poco cuando escuché este término por primera vez. Aunque no sabía qué significaba. Creía que sería algo más extremo... aunque en realidad lo es. El contraste es enorme. Muchas veces se piensa que pueden insertarse en la sociedad primermundista con un poco de ayuda, pero estoy seguro, tal como dices, que en realidad muchos de ellos necesitan ayuda de otra naturaleza, como saber que alguien se preocupa por esa persona.
Esto último es extrapolable al Primer Mundo.

Abreaun dijo...

Es su cuarto ^_^

A ver si te veo, que se te echa de menos ^^

Anónimo dijo...

Me gustaría conocer a este chico.

(seguro que tiene mil historias interesantes que contar)

Anónimo dijo...

En Florencia hay un setenta por ciento que son esquizofrenicos (segun las ultimas estadisticas)
Nunca he trabajado con indigentes, pero ya conoces mi aficion de hablar con ellos. No se la causa. ^Tu crees que trato de expiar algun pecado social?

MMmmmm

Mua*

Anónimo dijo...

Desde mi mas tienna infancia siempre mi mayor miedo siempre ha sido convertirme en mendigo, creo que incluso ma que a la muerte... me veo a mi mismo tirao por las calles, pidiendo por las eskinas, recogiendo cartones... Tb tngo miedo, pero ese es mas reciente, a que en mi ejercicio profesional me denuncien y dar con mis huesos en la carcel!

miedo miedo miedo!

werisnei dijo...

Lo más triste es la desidia que tenemos para con ellos cuando, en muchos casos, con un lavado de cara y una oportunidad podrían salir de la mendicidad...
Hace poco salía un pequeño empresario que se había pasado unos años mendigando, hasta que alguien le prestó una ducha y le ofreció trabajo. De ahí sacó su propio negocio y las palabras de gratitud eran abrumadoras.

La camiseta... es la polla, jejeje.