26 de abril de 2008

Primera horchata de verano


Entre lo poco que conservo de mi etapa en Valencia está mi pasión por la horchata de chufa. A muy pocas personas nos gusta su combinación de sabor dulce y amarga a la vez; para disfrutar esta bebida es necesario educar el gusto porque las primeras horchatas a nadie le agradan.

Como con la horchata ocurre con muchas otras comidas, que no gustan la primera vez que se prueban; son la cerveza, las lentejas, las judías verdes y el zumo de pomelo. También esto se aplica a cuestiones no culinarias: para disfrutar la música clásica es necesario educar el oído; para visitar el Thyssen, la sensibilidad.

Lo que no entiendo es por qué hace unos meses no soportaba a los pacientes con lumbago y ahora están entre mis favoritos. ¿Alguien me lo puede explicar?

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scarmoon dijo...

recuerdo que yo me obligué a que me gustara la cerveza educando mi paladar con coronita previamente.y fijate tu el resultado, soy la mujer gambrinus. con los pacientes,es algo mas complicado, pero supongo que será por un mecanismo parecido.
es algo muy curioso. a mi tb me gusta la horchata, pero nunca he probado una de verdad, solo de la que venden en el mercadona:-(

un beso!

Anónimo dijo...

Everything changes.
(Es un buen titulo para esta etapa)

A mi siempre me ha gustado la horchata. Me recuerda a mi madre, cuando me llevaba de compras al centro.

Sobre las lumbalgias no me pronuncio...

Un beso*

Anónimo dijo...

Mis favoritos son los SCASEST... será porque me gusta seriar enzimas.

Pero por mas que les atienda... nunca me han gustado los desequilibrios ácido-base... al igual que la horchata.

Saludos (mejor con colacao)

.- igaku

Frank Lhermitte dijo...

¿Para cuándo me podré pasar por tu consulta en el Rocío?

Venga, va. Dinos cuándo empiezas tu vida como Residente. Harás una actualización conmemorativa, ¿no?

werisnei dijo...

Yo soy de los de paladar poco educado en lo que a horchatas se refiere... la probé una vez y nunca me ha vuelto a dar por ello.

Lo de las lumbalgias... solo espero no ser un dia uno de esos pacientes.
A hacer deporte y llevar una vida sana es lo que toca!

Aunque suene un poco pijo, creo que a parte de los partidillos semanales de fútbol me voy a comprar el WiiFit!

Un abrazo.

dijo...

Que descoloque con tus pacientes de lumbago. Mi mami estaría entre ellos. Sólo que nunca va al médico.
en cuanto a la orchata, a mi me encanta pero me sienta fatal. :(
Qué guapos los dos.

angela dijo...

yo no ,

y mi primera horachata no me gustó nada, tan poco que todavia no he ido en pos de la segunda

y espero no tener lumbago nunca!

Menelwen dijo...

Misterios de la vida. Entre las cosas que al principio no gustan, se te ha olvidado mencionar el tabaco.
A mí la horchata me encanta, pero siempre acompañada de unos buenos fartons. Un día te tengo que invitar a una :).
¿Vendrás a la manifestación del 29?

Anónimo dijo...

xq son como la horchata...



que, por cierto, a mi me encanta. Y con una bola de helado de chocolate, más :)_____

Gonzalo González dijo...

¡Qué razón tienes! Me estaba acordando de una canción de La casa azul del último disco, cuando cide... "Como la cerveza sin alcohol, no está mal pero requiere empeño", jeje.

Respecto a mi blog,tus aportaciones son siempre bienvenidas. No me había plantaedo lo que dices, pero tú pide algo y a ver si le damos un hueco algún día, jeje

Un saludo!

Anónimo dijo...

Pued debo ser un bisho raro, porque no me gustan ni la cerveza, las lentejas, las judias verdes o el zumo de pomelo. Que le voy a hacer, si algo no me gusta, no creo que deba obligar (o educar) al paladar para que me guste. Lo que me gusta me gusta, y lo que no, pues no.

Ah, la horchata tampoco. (ves? bisho raro)

Paula dijo...

Pues a mi, de todas esas, a la única que he tenido que acostumbrarme ha sido a la cerveza. ¿La horchata dulce y amarga?A mí me ha parecido siempre una bebida super dulce...El té ha sido el que más "educación" me ha costado, hasta tomarlo solo (desde hace ya unos años) y el café sigue sin gustarme. ¡Ah! Y la cocacola no le gusta a nadie desde pequeño, ayer le dí un sorbito al niño de 2 años al que cuido y le repugnó.