29 de septiembre de 2009

El bebé que se cae


La tarde del sábado, en la planta superior de un centro comercial, un bebé se pone a gatear en el suelo sin que su madre ni su abuela se den cuenta.

-Cuidado con ese niño, que se va a caer -dije.

El niño sigue gateando rápidamente, sin parar, en dirección al ojo de patio del edificio.

-Cuidado con ese niño, que se va a caer. ¡Cuidado con ese niño, que se va a caer!

El bebé no me escucha y se mete por debajo de la barandilla. Escasos centímetros lo separan de una caída de varios pisos. Salgo corriendo hacia él, mientras gatea paralelo al borde del suelo. Entonces, el niño apoya mal su mano derecha, pierde el equilibrio y se precipita al vacío. Escucho como comienza a gritar, pero he llegado a tiempo: he metido el brazo por debajo de la barandilla y he conseguido atrapar al niño en el aire; estoy cogiéndolo por el jersey.

El niño grita y patalea de terror. Yo estoy tirado en el suelo, en una posición incómoda en la que no controlo bien el brazo. Con tanto movimiento, el niño se me acaba soltando. Creo que se me va a caer, pero consigo atraparlo de nuevo en el último momento, con mi dedo meñique en forma de gancho.

Tras un par de giros imposibles de muñeca, consigo coger mejor al bebé e izarlo como puedo, hasta dejarlo de nuevo seguro sobre el suelo, junto a la madre y la abuela.

Sigue siendo sábado por la tarde y me acabo de despertar de la siesta. Mientras me hago un poco el remolón en la cama, pienso que el sueño podría haber durado algunos segundos más, lo justo para recibir un aplauso.

3 firmas. Añade tú la tuya:

Salva dijo...

¿Qué diría Freud de todo esto? Si me pongo a jugar al psicoanalista me aventuraría a decir que el bebé es tu Emilio sensible, inocente y con capacidad de sorprenderse; el otro (el que representas con tu imagen actual) es tu Emilio responsable, serio, profesional y perfeccionista. Este último parece tener miedo de que el otro muera estrellado contra el suelo, suerte que -aunque con dificultad- conseguiste rescatarlo y devolverlo a su sitio: nunca dejes que se te escape por debajo de la barandilla.

Por cierto, quizás fueron los primeros aplausos los que te sacaron del sueño.

CAE EL TELÓN.

Saludos.

saname dijo...

Piensa en positivo. Podría haber pasado que si sigues soñando te hubieran puesto una denuncia por malos tratos a menores al no haberle evitado la caida con tu primer aviso y al haber estado a punto de que se te caiga cuando le sujetaste por el jersey. Además una demanda por romperle la ropa al engancharle por el jersey.
Cuando se enteraron que eras médico, te pusieron una denuncia en el Colegio por dejación de tus funciones de prevención.
Etc... etc...
Menos mal que te despertaste. jejeje

Fer dijo...

Entonces es un sueño con ciertos matices de realidad, por eso de no recibir el halago que deberías.

(Qué pesimista el comentario '-.-)