22 de octubre de 2009

Sordera súbita y crisis económica


Cuando hablo con mis compañeros del hospital, todos estamos de acuerdo en la suerte que tenemos por recibir un sueldo fijo en esta época de crisis económica. Parece que la crisis está siendo terrible y está dejando a mucha gente en paro. Sin embargo, una vez que cruzas las puertas del hospital es como si la crisis desapareciera.

Con frecuencia atiendo a pacientes en las guardias con sordera súbita. El tratamiento de la sordera súbita es caro y de efectividad dudosa, pero se prescribe para intentar hacer algo por alguien que se ha quedado sordo de repente y que es posible que no vuelva a escuchar más por el oído enfermo.

En Urgencias no se hacen recetas. Esto es algo que me da mucha rabia, porque no me gusta que un médico de familia acabe recetando lo que yo prescribo en Urgencias; pero se trata de una norma del hospital y no puedo hacer gran cosa para cambiarla. Normalmente, los pacientes se toman bien lo de irse sin recetas; pero en una ocasión, no fue así: un paciente con sordera súbita me dijo que no podía pagar las pastillas sin el descuento de la receta.

En esa guardia, la crisis económica cruzó las puertas del hospital. En esa guardia, como tradicionalmente, no hice recetas. En esa guardia, me sentí como una mierda.

Foto: Audiometría inespecífica dibujada con Photoshop de una sordera súbita. La forma de la gráfica parece estar representando la crisis.

Nota: Las recetas que no se hacen en Urgencias son las de tratamientos crónicos. Tras comentar el problema, me dijeron que puedo emitir recetas de tratamientos prescritos por primera vez en Urgencias.

10 firmas. Añade tú la tuya:

Anónimo dijo...

Hospital sordo a las personas en crisis.
Paradójico y cierto.
Pobre sentido común...*

Unknown dijo...

¿Norma del hospital? Mas bien norma no escrita del personal de urgencias y del hospital en general. Por alguna extraña razon cree que si hacen recetas, la gente para evitar tener que ir a su medico de cabecera y esperar media hora, va a ir al hospital y esperar 3 (colapsando las urgencias de camino). Estamos obligados legalmente a hacer esas recetas, en urgencias, al alta de un ingreso y en una consulta reglada. En vez de eso engañamos a los pacientes diciendo que con el informe de alta le dan los farmacos en la oficina de farmacia. Es curioso, en la de mi barrio tienen un poster editado por el colegio de farmaceuticos donde explica que es y que no es una receta y pone como ejemplos de lo que NO es una receta una servilleta de un bar con el nombre del farmaco escrito y un informe de alta de urgencias
¿tu no tienes tu talonario de recetas?
¿Alguien te vigila para que no las hagas?

El domingo el urgencias le di yo la ultima a uno...

Ulukai dijo...

Es muy triste, además de poco útil para el sistema, porque, como bien dices, además de a Urgencias, ese grupo de personas acudirá al día siguiente a su centro de salud. La s.social gastará el mismo dinero y ocupará un turno de consulta no necesaria. Necesitamos mejores cabezas pensantes en las altas esferas.

Ana Glez Duque dijo...

Emilio, a partir de R3 puedes solicitar tu talonario de recetas vedes y rojas y tu sello de la seguridad social. No puede negarse nadie. Como dice eltiodelsaco, los pacientes tienen derecho a evitar un paso más de burocracia.

javierpadillab dijo...

En mi hospital hacemos las recetas en urgencias desde el primer día de R1, nunca nos han puesto trabas para los talonarios.

Además, hay que ser consciente de una cosa, si un médico hospitalario escribe en un informe un tratamiento y el médico de cabecera no está de acuerdo con él, nadie puede obligarlo a hacer los "vales de descuento" al paciente, con lo que éste podría encima de todo perder dinero... :S

Cada uno hace la parte bonita y la burocrática de su trabajo...al menos hasta que haya "Secretarios de Familia" en los centros de salud :P
Un abrazo!!

Frank Lhermitte dijo...

Vaya con el primer anónimo ¬¬

En fin, poco se puede hacer contra doña burrocracia.

(PS: Te he respondido en mi blog ^^)

Dafne Laurel dijo...

qué pena :(

Salva dijo...

Es curioso, Emilio. Últimamente parece que una epidemia de sordera estuviese afectando a toda mi familia, haciéndose notar casi con la misma incidencia que la crisis económica. A mi madre es a la que más se le nota: repetirle cada cosa tres veces empieza a ser lo habitual, así como ver todo con subtítulos y escuchar conversaciones a voces por la casa. Yo, sin embargo, llevo varios años viviendo en una semi-sordera consentida. Cuando era muy pequeño y me asustaban las tormentas, aprendí un método para hacer disminuir mi capacidad auditiva: si me tapaba la nariz y a la vez trataba de expulsar aire por ella, automáticamente se me taponaban los oídos y escuchaba mucho menos. Y la verdad es que yo, que no soy amante de los estruendos, he mantenido ese sistema de auto-sordera hasta el punto de convertirlo en algo cotidiano, casi constante. Supongo que vivo en un mundo más silencioso de lo habitual.

Por otra parte, estoy seguro de que harás lo posible por mejorar las cosas que estén en tu mano en el hospital... ya sea por ética profesional o por sensibilidad. Porque los que tenéis bata blanca también tenéis de eso, ¿verdad? :P ¡Saludos!

Noname dijo...

Este tipo de situaciones además crean el problema en Atención Primaria dónde la espada de Damocles pende sobre cada médico y cualquier gasto farmacéutico se mira con lupa...

Me temo que hay muchas posibilidades de que aquel paciente tuyo se quede sin tratamiento.

:S

morri dijo...

¿Pero eso será solo en ese hospital, no? Porque donde cuando yo he tenido que ir de urgencias me han recetado lo que necesitara y sin problemas. Así puedes ir a la de guardia y el tratamiento que sea lo empiezas enseguida. No entiendo por qué no lo permiten ahí. A mí me parecía lo más normal del mundo.