Yo me defendía diciendo que, como no tengo ordenador portátil, el iPad haría las funciones de éste, como por ejemplo en mis viajes. Pero el argumento se me antojaba pobre incluso a mí y no podía ver más que un capricho de niño pijo el comprarme la famosa tableta.
Tras casi un año de deseo, me animé. O mejor dicho me animaron, que tuve que pedirle a Javi que me acompañara a El Corte Inglés y casi que me obligara a encargarle un iPad al dependiente de la sección de informática.
Dos semanas después, mi iPad llegó. Perfecto: sin ralladuras, motas, manchas amarillas ni fugas de luz; esos problemas que habían enturbiado la fama del dispositivo los primeros días que salió a la venta.
Hoy cumplimos diez días de intensa convivencia, y he comprobado cómo el iPad me ayuda en mi vida de todos los días.
1. Me sirve de libreta de notas mientras recojo en la biblioteca referencias para mi tesis doctoral (también serviría un pedazo de papel, pero esto tiene más glamour).
2. Reúne a la familia en torno a la mesa para jugar a juegos de cartas (que también servirían las cartas normales, por otro lado).
3. Mejora la experiencia de Twitter todavía más (si cabe).
4. En cualquier lugar puedo enterarme de lo que estás publicando en Facebook (sí, va por ti).
5. He organizado una pequeña sesión de música Techno para unos amigos (nada de lo que deba preocuparse ahora mismo Teddy Bautista).
6. Gracias a Flipboard he conseguido poner a cero mi Google Reader (oh, sí, oh, sí, oh, sí, si los orgasmos RSS existieran yo por fin lo habría alcanzado).
7. He conseguido decir "un momento, voy a consultar mi agenda del iPad a ver si puedo quedar contigo" (sin parecer gilipollas).
8. He consultado por dónde iba el autobús geolocalizándome en lugar de mirando por la ventanilla (esto sí que es de gili).
9. Me he dado cuenta de que el iPhone es un módem estupendo (sobre todo comparando con la velocidad del resto de módems en España).
10. He leído más cómics que en muchos años y sin gastar papel (aunque habría que estudiar si contamina más el imprimir papel o la electricidad de cargar el aparato).
Sin embargo... ...no es un dispositivo indispensable. Es muy divertido, eso sí, pero yo antes hacía mi vida feliz sin el trasto este. Os comentaré mis próximas experiencias y, de vosotros que ya lo tenéis, escucharé gustoso los usos que le dais.
Foto: Pantalla principal de mi iPad.
2 de julio de 2011
Diez días de iPad
Actualizado por Emilienko a las 23:31
Esta actualización pertenece a la colección Historia de mi iMac
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Coincido contigo... es divertido pero se puede vivir perfectamente sin él :)
Me encanta como lo cuentas porque tengo esas mismas contradicciones pero te diré que es mucho más portátil que un portátil y mucho más versátil que el móvil así que es una solución intermedia que me soluciona bastante la vida. Yo estoy encantá :)
Y el llenarlo de libros de consulta (de medicina) no te vale? Porque yo estoy por comprarme uno de esos, pero para esto mismo... (si no sabes dónde luego te digo el link donde conseguirte el que quieras ;) )
Querido Emilienko,
Sabiendo que yo tambien soy usuario de productos Apple (Macbook + iPhone + iPod, aunque en fase de desengaño del primero de ellos), sólo te haré una pregunta:
- ¿No te hubiera valido para lo mismo un netbook de 250 euros, siendo además más portátil (ojo, portátil, que no "portable") que el iPad en cuestión?
Un abrazo y felicidades por el programa,
drt.
Querido Anónimo,
(estoy seguro de que te conozco, pero ahora no te consigo identificar)
Tienes razón, un netbook me habría servido para lo mismo, la única diferencia es que un iPad me hacía mucha, mucha ilusión.
Y de la ilusión también se vive :)
Y no comparemos, por favor, es que la estética y dinámica de apple no es comparable con la de cualquier netbook (a menos que te refieras al air 13" de Apple, que lo dudo porque no vale 250 euros). Y lo sé que tengo netbook de una marca aceptable de 400 euros, Imac y Iphone... no hay color!
Además, mi querido Emilio, verte pinchar en una boda con el Ipad no tiene precio...
Un amigo mío decía hace poco que este tipo de dispositivos engrosan el concepto de calidad de vida. Algo bastante cuestionable dado lo prescindible que es para la supervivencia. La natural, que no la social.