27 de abril de 2011

Mi guerra con la pintura



Lo primero que quiero decir es que yo no soy ningún santo y que, por supuesto, soy moralmente falible. Lo segundo, es que tengo un problema en forma de compromiso.

La semana pasada, unos amigos lejanos me invitaron a un torneo de PaintBall; ese juego de guerra ficticia en el que se disparan bolas de pintura. Todo el mundo que conozco que lo ha practicado habla maravillas de él: dicen que se descarga adrenalina, se pasa bien y se fomenta el espíritu de equipo.

El día de la partida, tenía que trabajar, por lo que me disculpé diciendo que no podía ir.

Sin embargo, tener que ir al hospital ese mismo día fue providencial, porque a mí nunca me ha parecido muy ético jugar a las guerras. El motivo es que en este preciso momento y en este mismo planeta, hay personas que están haciendo lo mismo que en ese juego, pero con balas de verdad y con una sola vida.

No quiero hacer juicios de valor de las personas a las que les gusta el PaintBall. Yo sólo digo que, por mis propios motivos éticos no quiero practicarlo.

Pero, si me invitan a participar en una competición, ¿cómo debería actuar? ¿Tendría que hacer de tripas corazón e ir, rechazarlo inventándome alguna excusa o argumentar mis motivos para no participar? Y si hago lo último, ¿cómo me las arreglaré para no quedar como un ridículo moralista?

Foto: Fragmento de cuadro de Joan Miró. Estas manchas de pintura sí que me gustan.

7 firmas. Añade tú la tuya:

Ramon B dijo...

Y si no soportas los caballos o los temes, harías hípica? Y si tienes vértigo, irías a puenting o a ala delta? Y si eres vegano, te tragarías un txuleton por quedar bien? Si son amigos te entenderán. Si no, remember Mary Poppins: "yo nunca doy explicaciones"
Un abrazo

Juana dijo...

Si no te gusta no vayas, simplemente.

Desde mi perspectiva, ojalá el personal guerrease de esa forma y sacase así la adrenalina y la mala uva, a lo mejor nos libraríamos de algún conflicto de los de verdad .... las simulaciones pueden ser muy educativas.

Sophie dijo...

Tan sencillo como decir que no te gusta, que no te llama la atención. Hay personas a las que nos les gusta comer espárragos y no los comen. Hay personas a las que les aburre jugar al pádel y no juegan. Pues ya está :)

compi1 dijo...

Nunca lo había visto así. Quizás si se lo expliques de esta manera, alguno más se uniera a tí. O a lo mejor te convencen de lo contrario, o no pasa nada de esto. En cualquier caso, no debería darte vergüenza compartir lo que crees, pero una cosa es decirlo, y otra hacerlo...

Marta dijo...

que no te gusta y ya está :) de todas las opciones la peor sería ir... y explicarlo, bueno, puede ser infructuoso o entretenido xD, depende de lo que creas que ocurrirá, en cualquier caso no es tan importante aclararlo :) (salvo que lo sientas así)

beeeeeeeeeesos!

Unknown dijo...

Como comentan más arriba, con decir que no te gusta ya está. Pero, ¿qué problema hay en explicarles lo mismo que a nosotros? Son tus opiniones y tus amigos, deberían entenderlo ;)

Besos!!

Teresa dijo...

Sin dar explicaciones, ni excusas. Siendo tú mismo, y haciendo lo que haces no creo que necesites liberar adrenalina ni recargar las pilas pegando tiritos.