16 de mayo de 2010

Pacientes, violencia y canciones


A veces coincido en mis guardias con una auxiliar de enfermería que me cuenta esos problemas de mis pacientes que mis pacientes no me cuentan a mí.

-Es que los enfermos no os dicen ni la mitad de lo que les pasa. Muchas veces se sienten más cercanos a los enfermeros o a los auxiliares y con nosotros se sinceran más.

Supongo que no será así para todos los casos, pero sí para bastantes. Y como a mí me gusta enterarme de lo que se les pasa por la cabeza a mis pacientes, intento sacar unos minutos en cada guardia para que esta auxiliar me cuente lo que en realidad está pasando en mi planta.

Hace unos meses me sorprendió un comentario suyo:

-Creo que hay un paciente que, en cuanto se vaya de alta y llegue a casa, le va a pegar a la mujer.
-¿Por qué crees eso?
-Porque ya son muchos años los que llevo trabajando.

Desde ese momento, me siento mucho más sensibilizado con el problema de la violencia de género. ¿De dónde viene? ¿Existe un componente educacional que no estemos detectando? Entonces me acordé de las canciones que cantaban las niñas de mi clase del colegio, durante el recreo, hace apenas veinte años. Es clásica esa que dice:

Lunes antes de almorzar,
una niña fue a jugar,
pero no pudo jugar
porque tenía que lavar.


Aunque claro, esta canción resulta muy descafeinada cuando la comparamos con otra que normaliza que los hombre sean infieles y que dice así:

Soy capitán de un barco inglés
y en cada puerto tengo una mujer.
La rubia es sensacional
y la morena tampoco está mal.

Ya entramos en un maltrato claro cuando recordamos esa otra canción que dice:

Al pasar por el cuartel
se me cayó un botón
y vino el coronel
a pegarme un bofetón.
Tal bofetón me dio
el pedazo de animal
que estuve siete días
sin poderme levantar.

La canción sigue cuando el bruto del coronel aconseja a la niña como evitar que él le dé bofetones:

Cómprate un vestido de color café.
Cortito por delante y cortito por detrás.

Y por si todo esto no fuera suficiente, el premio gordo a la canción infantil más destructiva se lo lleva ésta, que sin ningún tapujo comienza así:

El verdugo de Sancho Panza
ha matado a su mujer
porque no le da dinero
para irse, para irse al café.

Foto: Puente de San Telmo a las siete y media de la mañana. Una foto muy bonita para quitar la amargura que me crea escribir sobre un tema nada bonito.

9 firmas. Añade tú la tuya:

Dafne Laurel dijo...

Jo, Emilio, vaya post.
Bueno, cosas que decir al respecto:
1) supongo que es lógico que los pacientes se sinceren más con los enfermeros, pues se les percibe como el paso intermedio antes de llegar al médico, que es alguien que impone mucho.
2) nunca había reparado en la letra de esas canciones, algunas si las cantaba de pequeña, pero no las percibía como machistas. De hecho, la del capitán sólo me daba ganas de tener a un rubio y a un moreno a mi disposición xD Supongo que es una cuestión de educación, más que de canciones.
3) No olvides que también hay muchas mujeres que maltratan a los maridos. Que eso es igual de cruel, pero se silencia más. Eso tampoco está bonito.

Y hasta aquí las reflexiones de Cherry al respecto.
xD

Bellatrix Black LeStrange dijo...

Si ya te comenté cuando me lo escribiste la primera vez, no iré... primero porque en el servicio andaremos justos de personal esos días, y segundo pero más importante, porque soy muy muy tímida y me puede dar algo la identificación ^^
Componente educacional sigue hbiendo, no hay más que ver los juguetes (a mí me dan repelús esos de "Imagina ser" de la nintendo DS)

Daniel E. Pleguezuelo dijo...

Yo recuerdo una que decía así:

"el Tío Bigotino, mató a su mujer, la pinchó en un palo y la puso a vender. La gente que pasaba, olía a tocino, y era la mujer del Tío Bigotino"

Supongo que aún es inevitable que los pacientes prefieran hacer confesiones a los auxiliares que a otros profesionales sanitarios. Al fin y al cabo la relación médico-paciente sigue estando marcada por el modelo de medicina paternalista, con las desventajas y los beneficios que puede tener.

Frank Lhermitte dijo...

¿De dónde sacáis estas canciones? :D

Cada vez somos más machistas. Incluso algunas chicas de las nuevas generaciones. Da qué pensar...

yo mismo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
yo mismo dijo...

joe emilio, tiene que ser duro enterarte de algo así...

yo no creo que el maltratador se cree por la educación, el componente educacional está en las personas que le rodea, pues son ellos quienes permiten que ocurra, y en ellos está el que eso no ocurra, el maltratador es un psicopata incapaz de sentir amor,y eso es algo que no puede cambiar... son muchos los casos de maltratadores que reinciden... Cuando tu quieres a una persona, por mucho que haga por joderte la vida (sea hombre o mujer) eres incapaz de levantarle la mano, ese es el problema de la persona maltratada...

Anónimo dijo...

El fenómeno del maltrato va unido a los valores de la sociedad patriarcal, que es el modelo dominante en todas las sociedades conocidas. Los grandes mitos de la humanidad nos hablan de Lillit, Pandora, Salomé, Eva...mujeres todas culpables de grandes problemas. Si nos vamos a la Edad Media, encontramos en la caza y quema de "brujas" un claro ejemplo de cómo la sociedad nunca ha permitido que las mujeres adquiramos el mismo rol social que los hombres. ¿Podemos seguir comentando el tema? pues claro, pero no quiero extenderme tanto. Felicito a Emilio por su sensibilidad. Las mujeres seguimos siendo perseguidas o estigmatizadas, y a veces también maltratadas, cuando adoptamos conductas que no son las socialmente aceptadas. Sobre el maltrato a los hombres, tengo que decir que es igualmente deplorable, si bien es cierto que sólo el 20% del maltrato lo sufren ellos, pues también hay mujeres dominantes y maltratadoras.

Atención Primaria Vigo dijo...

Pues no se de verdad de dónde os habeis sacado esas canciones... no conozco de mi infancia a nadie que las haya cantado...

Aún así, yo creo que el maltrato es más una mezcla de sentimiento de inferioridad y de "dominación"... Y no creo que intervengan las canciones esas, sino la forma de ser tanto del agresor como de la víctima...

Menelwen dijo...

Aunque el post es triste, te lo voy a endulzar un poco:

http://menorcana.blogspot.com/2009/02/brownie-rapido-en-microondas.html