23 de abril de 2010

Mi población diana


Tenía miedo a meterme en un lío y a acabar en la cárcel. Estaba deseoso de comenzar a comunicarme con mis pacientes a través de internet, pero había un gran obstáculo llamado Ley de protección de datos.

Para quien no sepa de qué va esta ley, se lo explico rápidamente: resulta que tus datos sanitarios son secretos. Que te hayas contagiado la tuberculosis, que te estés tratando un resfriado o que hayas vuelto a fumar es algo que queda entre tu médico y tú. Por supuesto, esta información se puede recoger de forma electrónica, pero no puede meterse en internet para que vaya circulando libremente por ahí. Por eso, no podía pedirle a mis pacientes que me contaran cómo les estaba yendo a través del correo.

¿Qué pasaría si algún hacker consigue acceder a esta información? Me imagino broncas terribles con mi jefe de servicio o con el director médico si esto ocurriera. Quizás incluso me despidieran y se formara un escándalo mediático: "Médico del SAS obliga a sus pacientes a publicar sus datos en redes sociales".

Me sentía impotente; no quería asistir cruzado de brazos a la explosión de la salud 2.0 en España. Necesitaba a enfermos con quienes ensayar mi proyecto de seguimiento on-line, pero ¿quiénes? ¿Y cómo podría hacerlo sin tener problemas?

-Perdona, ¿te puedo pedir un favor?

Era una celadora que acababa de abrir la puerta de la consulta.

-Sí, dime.
-Es mi padre, que lleva una semana supurando por el oído. Ha ido al médico de cabecera, que le ha dado cita con el otorrino, pero no se la van a dar en un tiempo, ¿a ti te importaría verlo en un momento, que él está ahora mismo aquí?

El personal de la casa y sus familiares; acababa de encontrar a mi población diana. Se atienden a muchos de ellos al cabo de la semana y tenían sus ventajas. Por un lado, podía pedirles que me escribieran un correo al cabo de los días, porque yo les estaba haciendo un favor. Por otro lado, como yo los estaba atendiendo extraoficialmente, no iba a quedar constancia en ningún sitio de que hubiera existido un acto médico, por lo que no iba a tener ningún problema con mis superiores.

-Claro que no me importa verlo -contesté. Pero, a cambio, ¿podría pediros que participarais en un proyecto de investigación que acabo de comenzar?

9 firmas. Añade tú la tuya:

Anónimo dijo...

Perfecto! si quieres ampliar la población diana, los estudiantes de Medicina podríamos ser un buen objetivo aunque por suerte de ORL no solemos tener mucho, a no ser que cuentes el vértigo ante los exámenes.

Atención Primaria Vigo dijo...

De esto no entiendo mucho. Si tu paciente te firma un papel donde acepta claramente las condiciones y tal, ¿eso no es aceptado por la ley de protección de datos?

Es que parece que te están haciendo un favor, cuando el favor lo estás haciendo tú a los demás... pienso yo...

BlackZack dijo...

¿No tienes ningún conocido o amigo abogado que te explique exactamente los pormenores de esa ley, o te la has mirado ya bien? Porque si el paciente quiere contarte lo que sea por Internet, dudo que nadie pueda hacer nada en contra.

El problema lo veo más a la hora de comunicarle los resultados de pruebas o lo que sea, si es que eso tuviera cabida en tu sistema; pero vamos, imagino que existirá un sistema de consentimientos o lo que sea...

En cualquier caso, lo que dice somosmedicina.com también es cierto. Algún que otro vértigo me ha caído, ya que lo ha comentao XD

rafa dijo...

Aunque no conozco mucho de este tema no creo que la comunicación por correo electrónico le sea aplicable la ley de protección de datos, otra cosa es que los datos provenientes de este correo los tengas en una base de datos accesible vía internet y no protegida.
Vamos que creo que puedes utilizarlo sin problemas , como ya están haciendo algunos médicos de familia.
Saludos

Ulukai dijo...

La verdad es que no conozco los detalles de esa ley, pero igual que se mandan informes por carta o se hacen consultas telefónicas, ¿no? ¿Qué diferencia hay con el email?
Un abrazo

Frank Lhermitte dijo...

¡Ya estoy de vuelta!

Ahora me voy a permitir plantearte una duda. ¿Acaso todo acto médico no está regido por la ley de protección de datos, aunque lo hagas de forma informal?

Todo acto médico sigue siendo un contrato médico entre el paciente y el médico que lo atiende. La ley de protección de datos hace referencia a ese contrato. Si te roban la cuenta de twitter (o lo que uses con ellos) y usan esos datos clínicos para cualquier cosa tendrías responsabilidad penal. Se vulneraría el derecho a la confidencialidad.

En fin, mucha suerte porque es un proyecto muy interesante. Lástima que las instituciones aboguen por el inmovilismo antes que permitir el desarrollo de las relaciones médico-paciente a través de las nuevas tecnologías.

Anónimo dijo...

No se yo, pero donde yo vivo el laboratorio le manda los resultados de los analisis a mi medico por mail, y nadie ve ningun problema en eso

Ramiro dijo...

Un post fabuloso. Evidencias muchas contradicciones del sistema. Pero la gente va más rápido. Suerte.

Alfonso dijo...

Con un par, sí señor. Acabas de adelantarte al más avanzado de los balbuceos en este terreno de cualquier gran organización sanitaria, mismamente como ésa en la que trabajas. Más de uno se montaba con lo que has hecho un cv de gran gurú de la cosa 2.0. No cambies, Emilienko, nos haces falta. Saludos.