Cristina era alemana, rubia, delgada y más alta y joven que yo. Parecía una adolescente y seguramente lo hubiera sido hace pocos años. Se movía silenciosamente por la casa y seguía de manera escrupulosa todas las reglas que le había puesto: limpiaba sus platos nada más terminar de comer y procuraba poner sólo una lavadora semanal.
Era muy fácil convivir con ella; sobre todo, porque sólo nos veíamos a la hora del desayuno. A esa hora era incapaz de hablar español, y mientras ella se tomaba su pan con mermelada, yo me entretenía en desoxidar mi alemán, un idioma que hacía ya muchos años que no hablaba.
(Conversación traducida del alemán)
-¿Tienes algún plan para estas semanas en Sevilla, Cristina?
-Sí. Voy a trabajar.
No le dije que estábamos en crisis, ni que conocía a mucha gente que llevaba buscando trabajo durante meses sin éxito.
-Ah. Y, ¿sabes donde buscar trabajo?
-No necesito buscar trabajo. Ya lo encontré antes de ayer, tengo un contrato para estas semanas y ayer fue mi primer día.
-¿Para quién vas a trabajar?
-Voy a trabajar de "maler".
-¿"Maler"? ¿De pintora? ¿Vas a pintar cuadros?
-No. Pintora de cuadros se dice "kunstner". Yo soy pintora de paredes; soy "maler".
-¿"Maler"?
-Sí. Ahora a las ocho de la mañana tengo que pintar un tejado a unas calles de distancia de aquí.
No penséis que soy machista ni nada por el estilo, pero me costaba trabajo imaginarme a aquella niña que parecía tan frágil colgando de un arnés sobre un tejado del centro.
-Pero, pero,... eso es peligroso, ¿estás segura de que quieres hacer eso?
-Claro. En Alemania trabajo como pintora y he estudiado cómo se hace durante tres años en la escuela de pintores.
-¿Tres años? ¿Tantas cosas tienes que saber para pintar?
La pregunta me resultó un poco grosera nada más la hice y ella me miraba como si viviéramos en mundos diferentes. Seguramente sea así.
-Hay muchos tipos de pintura -respondió. Hay muchas clases de paredes también. Cada pintura tiene una forma de aplicación y requiere de un tiempo de secado. Es muy complejo.
Entonces pensé en muchas cosas. En la pared del cabecero de mi cama, por ejemplo, que le pedí a Alberto, mi albañil, que me pintara de verde oscuro y que me había dejado muy mal, llena de manchas y de parchetones en diferentes tonos de verde. También pensé en que Alberto nunca había ido a una escuela de pintores (ni de albañiles, ni de fontaneros). Y por último, comprendí por qué a Cristina la habían contratado durante su segundo día en España.
-Lo que no entiendo -dijo ella para rematar el desayuno y dejarme hundido- es por qué me dicen que esté allí a las ocho, cuando todo el mundo llega a las ocho y diez o las ocho y cuarto. El jefe también.
Y Cristina se levantó, limpió sus platos y salió de casa con puntualidad alemana.
Foto: Mi patio, hace unos minutos. Alberto me dijo que se llevaría sus pinturas hace mes y medio.
12 de abril de 2010
El trabajo de Cristina
Actualizado por Emilienko a las 18:07
Esta actualización pertenece a la colección Living with guiris
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Tenemos taaaaanto que aprender.
me encanta me encanta me encanta!!! :D
Vives con una alemana!!!
Sin desmerecer los tres años de aprendizaje de Cristina, los alemanes pintan su casa cada vez que se mudan (a nuestra edad ya han pintado tres o cuatro casas) y te puedo asegurar que lo hacen genial... yo he ayudado en dos y no es tan fácil como parece.
Emilio, como siempre, me gusta mucho lo que escribes en tu blog, y como lo escribes. Enhorabuena!
De lo mejor que he leído últimamente. Grande, Emilienko. RT @Emilienko Encontrar trabajo en España en sólo un día: http://bit.ly/ahLyAU
Como siempre ;) RT @alfonsopedrosa: Grande, Emilienko. RT @Emilienko Encontrar trabajo en España en sólo un día: http://bit.ly/ahLyAU
Es como estarle oyendo hablar. Serios, para lo bueno y para lo malo. Con su lógica germana. Yo estuve con uno, Reiner, que nos decía (en castellano, con acento:) "en Alemania hay pocos ninios perro los coches son grrandes" y "el helado fuerra de la neverra se pone blando" (con esta segunda ordenaba que uno de los tirados en la sobremesa se llevara los restos al congelador, la primera frase tarde unos años en comprenderla). En nuestro descargo diré que acabábamos de llegar cinco en un opel corsa de una tirada desde Bilbao hasta Karlsrue, 18 horitas de coche seguidas conduciendo yo, eran otros tiempos. Ah, la improvisación latina frente a la precisión germana. Vamos perdiendo por goleada.
Y por eso, admiro a la vez que temo a los alemanes... Y mira que he tenido tiempo de acostumbrarme a ellos XD
Nunca habría pensado que para pintar paredes hiciera falta estudiar tres años. Supongo que será mentalidad alemana...
Por cierto, ¿nadie va a comentar que sólo le deja poner una lavadora a la semana? jajaja, madre mía...
Como me decía mi padre de pequeña, "hacer las cosas mal no cuesta nada". Se puede pintar una casa de cualquier manera, de eso no me cabe duda. Y también construir, fabricar, vender, atender a un cliente, o incluso a un paciente. Hacer las cosas mal, no cuesta nada. Hacerlas bien, en el caso de pintar una casa, 3 años y un poquito de seriedad (en las cosas que lo requieren), ésa que brilla por su ausencia al sur de Europa. Que nos creemos que da lo mismo así que asá, y no, no es lo mismo hacer las cosas regular, que hacerlas de forma brillante. Por eso tenemos la fama que tenemos, por eso producimos lo que producimos (más bien poco) y vivimos del cuento de "Spain is different".
me ha encantado tu post, muy bien escrito, entretenido y lleno de humor...y de razón. jajaja, la foto de los botes de pintura de tu Alberto es muy expresiva y no necesita mas comentarios, jajaja. Paciencia, aunque seguro que las terminas qutando tú mísmo del patio.
es otra cultura totalmente, en Suecia (y supongo que en otros países del norte de Europa también) son súper puntuales y muy escrupulosos en general
sí, un mundo aparte xD
Ayer tuve mi primera decepción en el mundo de la construcción. Quede con un arquitecto, un aparejador y el constructor de la obra que está haciendo una tía mia, pues los tres me dieron plantón, ninguno aviso y a partir de las 2 horas se sucedieron las llamadas de disculpas por no acudir ni avisar que no iban a la cita.
que mal lo voy a pasar.
Da gusto leerte. Un beso.