23 de junio de 2009

Lo paranormal del hospital


Una de las historias favoritas que se cuentan en el hospital es la de aquella enfermera que se aparece en el pasillo del Hospital Maternal vestida con su uniforme antiguo y su cofia y que cuando parece que va a chocarse contigo, traspasa tu cuerpo y te deja con una extraña sensación de frío que tarda varios días en desaparecer.

Personalmente, nunca he visto a ningún fantasma en el hospital; al menos, ninguno que me traspasara. No me importaría que me sucediera alguna experiencia paranormal; si así fuera, seguramente me plantearía la vida de otra manera.

Sin embargo, el hospital está lleno de pequeños extraños detalles que, si bien podrían explicarse por la casualidad, no dejan de ser paradójicos...

6 firmas. Añade tú la tuya:

Ana Glez Duque dijo...

Yo sí que he visto a un par de "fantasmas" por los quirófanos XD

Dafne Laurel dijo...

buf. si yo me encuentro a alguien que me traspasa, caigo fulminada del susto.

Menos mal que no trabajo en tu hospital :p

Synaptica dijo...

hay un ats de los más veteranos del virgen del rocío (hospital general), felipe, que sabe algunas de esas historias y que seguro te las cuenta con un café, si te interesan.

Anónimo dijo...

Pozzip_Pues la verdad es que trabajando en un hospital si mantienes los ojos bien abiertos y algunos dirán que echándole mucha imaginación puedes ver muchas cosas; a juzgar por cada cuál si es imaginación o realidad.

Espero que todo te vaya genial; se me pasó la fecha de vuestra obra; con el despiste que tengo ultimamente me equivoqué de fin de semana; la próxima no me la pierdo...Besos

Emi dijo...

y de entre las sombras, como un suspiro inesperado, apareció ese rayo de esperanza, timbrando el cielo de ironía, iluminando una senda que ya creía inalcanzable... ese rayo me recuerda a un soneto anónimo que un día se me clavó dentro y nunca supe porqué ni para qué me sigue en mi vida: "No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera". Saludos desde el otro lado

Anónimo dijo...

Cómo no lo digas porque sufriera un déficit de Vitamina D... no veo la relación

xD