24 de enero de 2009

Si Walt Disney dirigiera mi hospital (2)


Ni corto ni perezoso, me dispuse a aplicar el estilo Disney la semana pasada. Recibí un aviso de una planta diferente a la mía en la que un paciente había comenzado a sangrar por la nariz. Llegué al control de enfermería y dije:

-Hola, soy Emilio el otorrino.

Normalmente digo simplemente, "hola, soy el otorrino", pero pensé que identificarse con el nombre propio era una parte básica para poder crear un buen clima de trabajo en equipo.

-Hola, soy J. el enfermero del paciente, y ellos son L. y M.A., los auxiliares. ¿Vamos a ver al paciente?

Pensé que ése había sido un buen inicio; raras veces el personal de enfermería me acompaña durante mis avisos. Mientras que intentaba que el paciente dejara de sangrar por la nariz, necesité una pinza y se la pedí al auxiliar.

-¿Disculpa M.A., me podrías buscar, por favor, una pinza?
-En esta planta, las pinzas que tenemos son normales, no tenemos pinzas de bayoneta. (La pinza de bayoneta es una pinza bastante específica de ORL que se utiliza para trabajar con la nariz).
-¿Cómo sabes que prefería una pinza de bayoneta?
-Estuve trabajando un tiempo con otorrinos.
-(Al paciente) Desde luego, está usted en una planta en la que el personal de enfermería está bien preparado, ¿no cree?

Normalmente, no suelo mantener este tipo de conversaciones mientras trabajo. Pero creo que con estas sencillas modificaciones de mi estilo habitual conseguí:

1. Crear un clima de trabajo cómodo entre profesionales; al menos yo mismo me sentí así.
2. Mostrar al enfermo que los diferentes trabajadores del hospital somos capaces de coordinarnos entre nosotros para atender su problema (aunque la realidad no fue exactamente así: comprendí mal el problema por el busca, por lo que llegué demasiado tarde al aviso y tuve que detener la hemorragia sin el material específico).
3. Hacer notar al enfermo que los profesionales que le atienden están bien preparados, al subrayar que el auxiliar conocía material propio de especialidades diferentes a la suya. Aunque normalmente, el personal de enfermería sabe mucho, no siempre los pacientes son capaces de percibirlo.

Como anécdota final, tres días después volví a esta misma planta a atender a un paciente que escuchaba mal por un oído. Nada más llegar, oí a mi espalda:

-Hombre Emilio, qué bien tenerte por aquí, esta semana estás viniendo mucho, ¿verdad?

Era el equipo de enfermeros y auxiliares que me habían ayudado unos días antes. Lo increíble de la situación es que ellos recordaban mi nombre y yo el suyo (cosa nada habitual en mi hospital), por lo que parece que es verdad, que el estilo Disney siembra estilos de trabajo positivos que se recolectan a medio plazo.

6 firmas. Añade tú la tuya:

Dafne Laurel dijo...

cuando estas medio muriendote en un hospital (xq cuando estás en un hospital siempre tienes la sensación de que te estás medio muriendo) una de las mejores cosas que te pueden pasar es tener un médico y unos enfermeros agradables, porque si te estás medio muriendo no quieres que te traten a patadas.

así que ánimo y a ver si consigues que todo el hospital adopte el modo Disney!! :D

angela dijo...

por favor que lo cosa no llegue a ser: pues a mi me atendió un médico con orejas de miky.
por lo demas,muy bien.
muy humano,diría yo.

Fer dijo...

Está bien eso ^^

(Qué foto más fea :P)

Anónimo dijo...

Emilio... yo ahora estoy de practicas de medica en endocrino, con el Dr. Acosta... el es taaan Disney... es muy entrañable, y se ve que le encanta su trabajo a pesar de llevar haciendolo muchos años... nos cuenta un monton de anecdotas, tiene expresiones muy suyas (vervigracia: está usted mas bien que el mundo!) y siempre que entramos en una habitacion toda la corte (medico, R1 y 3 estudiantes de medicina) y la gente dice: Uy cuanta gente!!!... el siempre contesta: "Somos muchos pero muy buenos!!!" Tomayá actitud Disney! seguro que se ha leio el libro!

Dra_Jaurrigan dijo...

Fíjate, con qué cosa tan "simple" y el buen ambiente que sea crea. Por desgracia, es verdad que la mayoría (generalizando) de los médicos no se preocupan por esos pequeños detalles. Y no menos cierto es que los pocos que lo hacen, precisamente por hacerlo, son los que destacan, tanto entre sus compañeros (médicos, enfermeros o auxiliares) como, por supuesto, entre los pacientes. ¡Sigue con ese estilo Disney!

enrique raro dijo...

desgraciadamente en diciembre fuí demasiado al hospital y te ví varias veces por los pasillos