17 de septiembre de 2011

La casa del cambio (2): la intolerancia al desconocimiento


Hace tres años.

-Hola. ¿Medicina Interna?
-Sí.
-Soy el R1 de Otorrino.
-Dígame.
-Verá, le llamo porque acabo de ingresar a un paciente diabético. Le estoy ajustando la insulina, pero al hacer las cuentas me salen que le corresponden 70 unidades diarias. ¿Eso es posible? ¿Esta dosis no es una barbaridad demasiado alta?
-Bueno, no tiene por qué. Cuéntame los datos del paciente.

Yo era el que llamaba y mi duda era bastante idiota. Sin embargo, me la resolvieron amablemente.

Hace tres meses.

-Hola. ¿Otorrino de guardia?
-Sí, soy el R4.
-Le llamo de puerta.
-Dígame.
-Verá le llamo porque tengo un paciente que creo que tiene una otitis externa. Le ha entrado agua de la piscina y ahora le duele el trago. ¿Cómo se trata esto?
-Pues, si no es alérgico, le puedes poner gotas de antibiótico. Ciprofloxacino, por ejemplo.

Ahora soy yo al que llaman y el que responde las dudas básicas. Inevitablemente, cada vez pienso más que cómo es posible que alguien no se sepa el tratamiento de una otitis externa, si viene en el tema 1 de cualquier libro de Otorrinolaringología.

Dudar es una de las actitudes más sanas que puede adoptar un médico. Una de mis profesoras de la carrera no consentía que memorizáramos las dosis de los fármacos. Ella decía: "Prefiero que tengan que consultarla en el Vademecum cada vez que prescriban a que se lleven años recetando una dosis errónea porque la aprendieron mal cuando eran estudiantes".

Sí, dudar es sano. Entonces, ¿por qué día tras día, al resolver en mi busca las mismas dudas, cada vez me enfada más la ignorancia de mis colegas, cuando yo mismo no lo sé todo? ¿Por qué cada día mi intolerancia al desconocimiento es mayor? ¿Por qué he cambiado así? ¿Por qué no lo puedo controlar?

Continuará...

Foto: Museo judío de Berlín, otro edificio que te hace cambiar.

17 firmas. Añade tú la tuya:

Frank Lhermitte dijo...

A mí me pasa hasta de R2, cuando algún R1 me hace preguntas superbásicas. El otro día le dije a uno que si se había comprado el título en un chino (había confianza para eso, eh).

Una cosa básica es saber por qué molestar a un especialista desde la puerta. Yo sólo suelo molestaros por cosas banales cuando el paciente en cuestión me lo han dado en el relevo.

De todas formas, creo que con traerse un libro de Urgencias (y hay algunos muy baratos), puedes fácilmente ver el tratamiento de una otitis externa. Aunque supongo que el caso real no sería tan básico, aunque también sería consultable en un manual de urgencias.

Salu2!

Juana dijo...

Te voy a recetar:

Una tacita de tolerancia, y sobre todo un océano de paciencia, llévalo siempre contigo.

Con la edad se adquieren ambas cosas si uno se lo propone y es persistente. Acostumbrarse a llevar un océano al lado es costoso, pero merece la pena.

La paciencia y la tolerancia también son aplicables a uno mismo, los que sois tan "autoexigentes" tenéis que practicar más .... bueno tenemos ....

Dra_Jaurrigan dijo...

La clave está en saber cuándo se debe llamar realmente al especialista de guardia. Siempre tienes a otros compañeros contigo a los que puedes consultar antes de llamar. Nunca llamo, y lo digo como R1 con miles de dudas, sin haber consultado antes con otro residente. Estando de guardia de especialidad también he visto "el otro lado", el del especialista de guardia, y a veces llaman por dudas muy básicas que se solucionan preguntando al residente de la consulta anexa. Sin entrar a valorar el grado de conocimiento o desconocimiento, lo que tiene que estar muy claro es cuándo se debe llamar o no al especialista. Se abusa mucho de él, creo.

Yáiza dijo...

Al fin y al cabo es una buena forma de ver tu evolución, de R1 a R4. Como estudiante que hace preguntas absurdas muy a menudo, solo te puedo recomendar paciencia y ganas de enseñar al que no sabe y tiene interés por aprender...

Ertrael dijo...

Y por qué no te lo planteas de otra manera? Porque yo este verano, haciendo de adjuntilla en funciones, explicando cosas (ahora) básicas para mí, y viendo la cara de mis R1 en plan: Ooooh, cuánto sabe! No he podido más que recordar que, cuando yo era R1 veía a mis R mayores como si fueran dioses del conocimiento. Y ahora, que soy esa "diosa del conocimiento" para otros, me siento cada vez más ignorante en general.
Permíteme que te intente devolver la humildad y la paciencia, tú sabrás ya mucho de esa otitis externa, pero seguís llamando para poner las insulinas, los antibióticos, los hipotensores... Así que plantéate que, lo que es nimio para tí, también puede ser un mundo para otro...
Me sorprende que, precisamente tú, hayas cambiado así...

DartaJuan dijo...

Es muy simple, porque siempre va a haber alguien que sepa algo más que tú y al que le puedes pedir consejo.

Y todos sabemos de diferentes ámbitos, lo que no debemos hacer, y ya te lo han dicho arriba creo, es asumir que el resto tiene que saber lo que nosotros sabemos.

Claro que una otitis externa se tratará con ciprofloxacino, pero los primeros años de residencia e incluso de trabajo uno está tan nervioso que no tiene ni idea y preguntando se asegura. Quizá alguien que te haya hecho una pregunta absurda en un momento dado luego en frío la responde con total naturalidad...

Y dos cosas más:

1- Conforme pasa el tiempo todos nos volvemos, hasta cierto punto, intolerantes. Naturalmente depende de muchas cosas, pero a mí me pasa que cuando vuelvo a San Sebastián (yo soy estudiante de medicina, no R1, pero ya he realizado unas cuantas prácticas por libre) y hablo con mis compañeros del colegio, me resulta bastante insufrible porque son como niños. Y cada vez me cuesta más mantener una conversación estúpida (como puede ser hablar de belén esteban, por ejemplo)

2- Está bien exigir al resto pero, ¿nos exigimos a nosotros mismos? Está bien ser duro con alguien que hace una pregunta estúpida pero, ¿nos gustaría que lo fueran con nosotros el día de mañana si nos pasa lo mismo? Vivimos en un mundo que cambia constantemente. Ten por seguro que dentro de 10 años, cuando lleves un tiempo trabajando, saldrán nuevas guías terapéuticas, nuevas tecnologías que tú no comprenderás del todo. Y la gente que lo haga, cuando tú le preguntes, lo considerará una estupidez. Como cuando tus padres te preguntan cómo manejar "el internet"

Un saludo!

Ah, me encanta tu blog y las preguntas que te planteas. Son fascinantes

Emmanuel dijo...

Yo ayer descrubrí la indeterminación de lo infinitio. Quizás si la intolerancia y el desconocimiento lo multiplicas por infinito obtengas la respuesta relativa. No sé... se me ocurre. A veces un análisis DAFO de uno mismo ayuda en mejorar... y a hacer de lo perfecto, excelente. Se me vuelve a ocurrir...

Rocío dijo...

Hay dudas para todo y maneras de preguntarlas!

Nuria dijo...

Me has hecho sentir un dejà vú. Qué horror... será que me empiezo a hacer mayor :)

Si te sirve de algo, con el tiempo que llevo lidiando con residentes y comparándolo conmigo misma, cada año de residencia tiene un síndrome.

Los más críticos son el síndrome del R2 y del R4 (dejémoslo en R mayor porque el del R5 del de Interna no es lineal = R4+1; es completamente exponencial).

¿Lo bueno? Que es reversible y que además, es bueno haber pasado por esa fase.

Nuria dijo...

Por cierto... te robo la entrada para el FB de nuestro Servicio. A más de un resi le vendrá bien leerlo :)

Rocío dijo...

Como es el sindrome del r2?

Nuria dijo...

Muy peligroso, Rocío :)

A sabiendas de que las generalizaciones no cubren todos los casos, un R2 es un kamikaze 'todolosabe', con un puntín de repelencia. Pasa del miedo y la prudencia del R1 a mecanizar al ABC, creyéndose olímpico. La mayoría de las veces no lo hace del todo mal, pero el exceso de confianza hace que se pueda tragar sapos gordos y hasta que se le cuela un buen gol, no vuelve a tocar con los pies en el suelo.

Rocío dijo...

Mmm lo desconocía! Mi síndrome del R2 fue "ser R2 es una mierda muchisimo mayor que ser R1" durante todo un año... por otra parte, el lema del R3 es "Esto sin mí se va a la mierda"

Nuria dijo...

Jajaja, es que entonces has tenido una adolescencia "Rdosiana" tardía :P

Jesus dijo...

Algo tan sano y natural como dices, el dudar, hace que nos motivemos para aprender más cosas. Lástima de la gente que no duda :), porque nunca aprenderán!

A dijo...

Todos debemos ser mas tolerantes ante la aptitud y actitud de los demás. Acertadísima imagen ilustrativa de la intolerancia humana. Comparto contigo el hecho de que de ese edificio se sale de firma diferente a cómo entraste, especialmente después de estar unos minutos en la Torre del Holocausto.

angelicadrz dijo...

Y después de mandar comentario a medio terminar por torpeza en el manejo de IPhone, pienso que lo mas importante es ser mas tolerantes con nosotros mismos.