Ya que había implantado el estilo Disney en mi relación con los pacientes y con el personal sanitario del hospital, ahora me tocaba el paso más duro de todos: mostrar mis inquietudes a la gerencia del hospital.
Como tenía una cita con uno de los jefes de docencia de los MIR (porque a partir de ahora a los residentes de primer año no se nos autorizará a firmar altas ni ingresos), me preparé algunas de las cosas que quería decirle.
-¿Qué cosas no te gustan de este hospital, Emilio?
-Oh, bueno, en realidad no me gusta la comida, señor.
-¿La comida?
-Sí. Verá, la comida tiene demasiada carne. De los seis platos a elegir, normalmente cuatro de ellos son de carne o llevan carne. Apenas hay verduras y por tanto la comida es muy calórica. Además, a mi gusto tiene demasiada sal.
-Ajá.
-Y tampoco me gusta que si llegas fuera de la hora porque estés atendiendo a un paciente, no te den nada de comer.
-Ya.
-Y también quería comentarle algo del servicio de lencería.
-¿De lencería?
-Sí. Nunca hay pijamas de quirófano de mi talla. Yo uso la talla amarilla. Raras veces encuentro un pijama ni de mi talla ni de la superior y tengo que usar dos o tres tallas más.
-Ya.
-Y tengo que pasar las 24 horas de guardia con un uniforme que me queda grande.
-Ya Emilio, pero yo me refería a otra serie de cosas del hospital.
-Oh, con otra serie de cosas no tengo ningún problema, señor. Son problemas internos y de organización, que son inherentes al funcionamiento de un hospital grande y que todo el mundo asume como normales al trabajar dentro de un sistema tan difícil como éste. Son los pequeños detalles, como los de la comida y la uniformidad, los que veo que son suceptibles de arreglarse y los que al comprobar cómo día tras día siguen igual, me acaban quemando.
Pienso en ese actor dentro del disfraz de Mickey que se pasa el día entero saludando a los niños en Disneyworld. ¿Ese actor saludaría con la misma alegría si el disfraz de Mickey le quedara grande y tuviera que ir con cuidado para no pisarse la cola?
Y si ese mismo actor, por haber estado haciéndose una foto con un grupo de niños, llegara tarde a la cafetería y no le dieran de comer, ¿creéis que el próximo día, cuando llegue la hora de comer, se quedará a saludar a las visitas o saldrá disparado para la cantina? ¿En serio os imagináis al ratón Mickey huyendo de un grupo de niños porque son las dos de la tarde? Porque yo sí que he intentado que un paciente no me viera para poder ir a la cafetería y almorzar antes de que se me hiciera tarde, dejando al paciente para después...
Foto: Uno de los platos más populares del menú del hospital: el filete que flota en aceite.
10 de febrero de 2009
Si Walt Disney dirigiera mi hospital (3)
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¡Bravo!
Totalmente de acuerdo con tus argumentos. A mi también me costaba encontrar pijamas limpios, ¡y eso era para las prácticas!
es una conversacion real?
el tipo que está dentro del disfraz normalmente está mejor dentro del disfraz que fuera, ¿qué digO? yo que sé
¿te gusta Nacho Vegas?
escucha su úktimo disco
-hoy he dormido poco antes de mi examen y mucho despues de él.
a mi la comida del hospital me gusta, no se, también es verdad que no la como a diario; pero es verdad, fomentan nuestro lado carnivoro
suerte
¿le dijiste todo eso realmente? porque hubiera estado muy bien.
Por cierto, me has asustado con el comentario q has dejado en mi blog :S ¿estás plenamente convencido de ello?
No es por ser corporativista ni mucho menos... pero...
Es cierto que muchos de los problemas y el mal ambiente que vivimos en los hospitales tienen su origen en el personal no sanitario me temo...
¿Tú con publicidad? o_O
Lo de la comparación con Mickey es de lo mejorcito. Pero sí, llevas razón :)
Got a question for you: ¿Cómo se llaman los palitos de la boca para inspeccionar el fondo de garganta?
A F.Ode: Depresores (linguales). A todo esto, ¿ocurrió de verdad? :D