3 de diciembre de 2008

Depresión y antidepresivos


Un famoso artículo, publicado en febrero de este año, tambaleó los cimientos del tratamiento de la depresión. En él, se afirmaba que algunos de los nuevos antidepresivos (entre ellos el Prozac y el Seroxat) eran tan efectivos como el placebo en depresiones leves y moderadas.

Falazmente, el artículo podría resumirse en que parece que los pacientes depresivos no-graves con tratamiento farmacológico mejoran porque creen que están tomando una medicación y no porque la estén tomando.

Aunque este artículo fue y aún es muy polémico, nos obliga a reflexionar un poco, pues hace plantearse el poder que puede llegar a tener una entrevista médica sobre el estado de ánimo; así como la importancia de ofrecer esperanza, seguridad en el futuro y preocupación por los problemas del paciente.

Personalmente, creo que en este mundo de hoy, en ocasiones llamamos depresión a los síntomas derivados de los problemas de adaptación a un modo de vida difícil. Quizás sería conveniente un tratamiento más social y menos medicalizado de esta situación.

Foto: Falso título de psicólogo expedido por los ejecutivos de la Iniciativa Dharma.

7 firmas. Añade tú la tuya:

Dafne Laurel dijo...

Yo es que soy anti-medicación...

y no entiendo de medicina, así que no tengo mucho que opinar :S


¿vendrás a verme este domingo?

:)

Fer dijo...

A veces pienso que vivimos en demasiadas comodidades.
Y que éstas mismas, por sí mismas y por nuestra debilidad, hacen que seamos vulnerables por cosas que no deberían.

pperez333 dijo...

A mi me han hecho Jardinero !!! Me siento insultado.

Elouan dijo...

A cualquier tontería lo llamamos depresión hoy en día...

Y es que en el fondo lo que nos gusta es tomar pastillas

scarmoon dijo...

yo soy bastante dada a poner soluciones químicas a mis problemas, no obstante se que es una mala praxis...
yo opino que mas platon y menos prozac, pero sin pasarse que a veces si uno no se toma la medicacion ya se sabe lo que pasa...

Adrastea_Quiesce dijo...

psiquiatría, dícese de esa rama de la ciencia en la que todo el mundo, lego o conocedor, se siente autorizado a crear dogmas y despreciar no ya investigaciones y ciencia pura, sino también la sintomatología de aquellos que enferman.

hínchense a IECAs, qué digo IECAs, ARAII, que son más caros, para tener a raya una hipertensión fantasma de 14-10, y si alguien protesta será porque lo pague la seguridad social (y serán pocos los que lo hagan).

tómese usted un ISRS porque no tiene fuerzas para levantarse ni para apartar de detrás de su frente la imagen de uno mismo ahorcándose o volándose los sesos, y entonces por doquier le dirán "a cualquier gilipollez le llaman depresión", y "es que en esta sociedad tenemos demasiadas comodidades", o "te daba yo dos hostias y verás como se te pasaba la tontería", o "tú lo que tienes es ganas de llamar la atención".

rotando en planta de psiquiatría la paciente C, de 25 años, en su primer ingreso por un episodio maniaco (después confirmado su trastorno bipolar) nos vociferó mientras salía de la consulta: "no tenéis ni puta idea. más platón y menos prozac, ¿eh? que hay un libro que se llama así, y no lo he leído, pero seguro que es bueno".


pues eso. seguro que lo que se nos pasa a cualquiera de nosotros por la cabeza en nuestro sillón viendo la película de sobremesa de antena 3 vale más que la enfermedad de todos esos que tienen una gilipollez.

Anónimo dijo...

Tú y tu manía hacia los ISRS...

No me parece raro que no funcionen contra la depresión "leve", parece una norma de la psiquiatría. Es igual con los antipsicóticos: no funcionan bien contra la jodida esquizofrenia "leve" del pobre tipo que no oye voces pero está abúlico perdido. (También es verdad que en "ciertos países" hacen uso del Prozac para subir el estado de ánimo a demanda, como aquí usamos las juanolas para subir la tensión)

De todas formas, vivir deprimido no es ninguna tontería. Más les vale ponerse de acuerdo en qué es lo que sirve y qué es lo que no*