Anoche

Anoche volví a pasar por el sitio en el que nos besamos.

Seguramente tú ya te hayas olvidado de aquel beso; yo no he sido capaz de hacerlo. Tus meses se pasarán enteros sin que pienses en mí, estoy seguro de que no te acuerdas bien de mi nombre y de que lo mezclas con el de algún otro amante que tuvieras por aquel entonces.

Te recuerdo nítidamente, pese a que reciclé todas las fotos en las que aparecías. Todas menos una, la que publico hoy, que la conservo para recordar que durante aquellos meses fui el hombre más feliz de la tierra.

Algunos días se quedaba en casa, en el viejo anfiteatro, porque de repente pensaba que Beppo podría pasar para ver si ella ya había vuelto. Si ella no estaba en aquel momento, él creería que ella seguía desaparecida. También aquí la atormentaba la idea de que eso ya hubiera pasado, a lo mejor ayer, o hacía una semana. Así que esperaba, siempre en vano, claro. Finalmente pintó con grandes letras, en la pared: HE VUELTO. Pero nunca lo leyó nadie más que ella misma.

Michael Ende, Momo.