Los profesionales sanitarios se lo estábamos advirtiendo al Ministerio: que con el sistema inmune no se juega, que las vacunas no son tan inofensivas como la gente se piensa. Concretamente, yo ya lo escribí por aquí el pasado agosto y lo vuelvo a escribir ahora.
La situación actual acerca del cáncer de cuello de útero no es tan grave como para tener que vacunar a todas las niñas vírgenes de 14 años; especialmente si se hace con una vacuna cuyos efectos secundarios son poco conocidos.
En Valencia, dos niñas han tenido que ser ingresadas en la UCI por cuadros convulsivos tras habérseles administrado la vacuna del papiloma. Parece que es un efecto secundario extraordinariamente raro, pero que seguro que no hace nada de gracia cuando eres la familia de una pobre chica a la que le ha tocado la papeleta.
Espero que no se produzcan efectos secundarios graves a medio y largo plazo, porque estos efectos nunca han sido estudiados en humanos y por tanto no tenemos ni idea de lo que puede llegar a pasar.
Foto: Yo y dos linfocitos B: esos glóbulos blancos encargados de producir los anticuerpos.
1 de marzo de 2009
Primeros problemas con la vacuna del VPH
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