28 de diciembre de 2009

La inocentada de Stonehenge


Me despierto esta mañana en el hospital; son las ocho menos cuarto. Bajo a la cafetería y aún no ha llegado nadie. Pido mi desayuno, me siento y me pongo a leer mis blogs favoritos en mi teléfono.

-¿Qué programa es ése? -me pregunta el compañero que llega primero.
-Esto es el Twitter -respondo. Es un servicio que te permite obtener las noticias que genera la gente que te interesa. Por ejemplo,... Bitácoras acaba de publicar que... ¿"National Geographic destapará el fraude de Stonehenge"?
-¿Cómo? ¿De qué va eso?
-Déjame que lo lea... a ver, aquí dice que National Geographic enseñará en enero algunas fotos que demuestran que Stonehenge es un engaño. Sus piedras se tallaron a principios del siglo XX y el monumento fue levantado poco después en secreto por el gobierno inglés para crear un falso destino turístico. Y, mira, trae fotos de cómo se construyó.

Poco a poco va llegando la gente y el fraude de Stonehenge se convierte en el tema del desayuno de la cafetería del hospital. Hasta que por fin alguien acertadamente dice:

-Anda ya. Eso es mentira. Eso es la inocentada del día.

Tiene razón. Ha sido la inocentada del dia, pero que a través de Internet se ha extendido internacionalmente como la pólvora. Tanta ha sido su repercusión, que National Geographic ha tenido que explicar que ellos no tienen nada que ver con esa noticia. Ya se conoce al autor del bulo que, asombrado por la repercusión de su historia, ha reconocido hace unas horas que todo ha sido una broma.

Sin embargo, todo esto me ha dejado pensativo porque ¿cuántas de las noticias que leemos a diario serán también mentiras intencionadas? ¿Y cuántas de ellas nos creeremos sin ni siquiera reflexionarlas?

Foto: Sentado en Stonehenge. También es un montaje; jamás estuve allí.